Hola



23.12.11

Capitulo 1.135

Despertaste y te encontraste con unas horribles ojeras, debido a la mala noche que había pasado. Trataste de disimularlas con un poco de maquillaje, esto dio resultado.
Querías verte estupenda para ese día. Así que decidida empezaste a arreglar tu cabello, pero al poco rato como un balde de agua fría: Sabías que hoy no vendría Paul.
Cerraste los ojos muy fuerte, como si estuvieras pidiendo un deseo, tal vez lo hacías, pues tratabas de reprimir ese pensamiento.
Abriste los ojos y descubriste que tú estabas enfrente de ti, y en tus ojos se vislumbraban unas pequeñas gotas de agua que querían escaparse de tus ojos.
Te acercaste al espejo y con un pañuelo secaste esas lágrimas.
Rápidamente te cambiaste tu pijama por algo de ropa, después te arreglaste y maquilaste incapaz de verte en el espejo, pues así verías el horrible semblante que tenías, por ese estúpido pensamiento que habías tenido.
Bajaste y tomaste un pequeño desayuno, después de eso, de repente, un nuevo pensamiento vino hacia ti: Ese día era sábado, eso significaba que hoy no tenías que ir a tu escuela o acudir a tu trabajo.
Odiabas eso, pues te habías despertado desde temprano para no hacer nada. Odiabas todo eso, y esto te ponía algo así como, deprimida.
No sabías que hacer, nunca sabías que hacer en situaciones así, por lo que se te ocurrió empezar a ordenar tu hogar, era algo bobo, pero por lo menos mantenía entretenida tu mente. Así solo pensabas en el mantenimiento de tu casa y no en la tardada y aún no recibida visita de Paul, y cosas parecidas.
Llegaron a ser las 7 de la noche y tú ya no sabías que mas hacer, tu casa ahora parecía una de las que aparece en alguna revista de limpieza. Estaba toda ordenara y casi limpia. Nada te llegaba a la mente, más que la imagen de Paul sonriendo. Estabas empezando a tener una crisis de nervios, y por alguna razón saliste de tu casa.
Tomaste muy fuerte el picaporte de la puerta y la abriste. El frío de la noche te tomo por sorpresa y provoco que tu piel se enchinara, eso no te importo y de todas formas saliste. El aire de esa fría noche te sentó bien.
A unos pasos de la puerta tu padre, cuando te estabas mudando coloco una banca, en ese momento no te caía nada mejor que sentarte en esa banca y recordar el día que tus padres y hermana te ayudaban a mudarte a esa casa. Ese momento era algo especial, las palabras que te había dicho tu madre en la parte trasera de la casa, la despedida de tu padre y tú en la cochera, y el largo abrazo entre tu hermana y tú.
Una gran sonrisa salió de tu rostro. Cerraste los ojos, esta vez lo hiciste más delicadamente. Respirabas ese aire, el aire de esa noche muy lentamente.
Escuchaste el crujir de las tablas de tu entrada, no te importo y seguiste con los ojos cerrados. Pero cuando sentiste una masa enfrente de ti, y una respiración caliente enfrente de ti, te alarmaste un poco, aunque no abriste los ojos al instante, los abriste poco a poco. Lo primero que viste fueron unas pobladas, pero bien delineadas cejas, luego, despacio, bajaste la mirada, y unos ojos verdes te cautivaron, no bajaste más la mirada, pero parecía que él sonreía.
Y sin más, te besó. Sentiste como un calor recorría tu cuerpo. Desde tu boca hasta la punta de tus cabellos.

-> Aquí les escribí un pequeño regalo de Navidad ;) ¡PAUL YA LLEGO! :3
¡Alegre Noche Buena! Y ¡Una cool Navidad llena de regalos! 

2.12.11

Capitulo 1.134

A la mañana siguiente fuiste a tu escuela y después a tu trabajo, todo estuvo muy bien y como de costumbre no hablaste con Kevin.
Regresaste a tu casa ya de noche así que no tuviste tiempo para nada y fuiste directo a dormir.
A la mañana siguiente amaneciste con una gran sonrisa. Todo era bello para ti, el sol deslumbrándote, los pájaros cantando desde temprano, la idea de ir a la escuela, todo era perfecto.
Te estabas preparando para ir a la escuela, pero más que para eso, te estabas preparando para ver a ese chico que hacía que volaras.
Te peinaste tu cabello, te pistaste el rostro, te pusiste un conjunto muy lindo. Arreglaste tus útiles de la escuela. Hiciste un rico desayuno. Y te preparaste para salir con mucho tiempo de sobra. Habías acabado todo muy temprano.
Condujiste hasta tu escuela, ahí todo transcurrió de maravilla, reíste sin parar con tus amigos, en tus clases te había ido muy bien, y no habías visto ni oído nada de Kevin.
Al salir de la escuela ya casi al llegar a tu automóvil te encontraste  con Kevin.
Él- Hola linda- Tú molesta- Hola,- en voz más baja- no me llames linda- Kevin ignorando tú último comentario- ¿Ya te vas?- Tú- Sí, estaba a punto de irme- Kevin- ¿Quieres salir a algún lugar? – Tú- No, muchas gracias- Kevin- Y, ¿A dónde vas tan rápido? – Tú aún más molesta – A casa.- Él – Pero, ¿tan rápido? – Tú – Sí, lo siento. Perdón, me estás estorbando – Kevin – Lo siento- Se hizo a un lado.
Condujiste rápidamente a tu casa. Pero cuando llegaste no tenías ni idea de que hacer.
Tomaste asiento en tu sillón y así estuviste más de una hora. Después sonó el teléfono. Tú casi llorando contestaste. Pero para tú mala suerte era tu madre.
Colgaste rápido, tal vez Paul intentaría llamarte y la línea estaría ocupada.
Pero no pasó nada, ni cinco horas más tarde ni esa noche.
Después de mucho tiempo sentada y con la espalda adolorida por esto decidiste ir a dormir.
Te recostaste en la cama y con las luces apagadas empezaste a pensar sobre Paul.
Pesabas sobre qué le había pasado, porque no había llamado, porque no había aparecido con un ramo de rosas enfrente de casa y muchas cosas más.
Esa noche, definitivamente fue la peor que hayas podido tener. No habías dormido ni dos horas.
Al día siguiente con mucha más esperanza te arreglaste, esta vez estabas segura que tu hombre perfecto llegaría hasta tu puerta. 
->¡Las extrañaba! :)