Hola



23.3.11

Capitulo 1.110


Paul- Que señor tan agradable- Tú sonreíste ampliamente.
Paul- Pero, nos entretuvo mucho, ¿no crees?- Tú- Mmmm… sí, creo que sí. Pero ahora, ¿cómo podemos aprovechar el poco tiempo que tenemos?- Paul- No, no lo sé- Puso una graciosa cara triste. Tú- Creo que yo sé cómo- Paul- ¿Enserio? – Tú- Si, pero debes cerrar tus ojos- Paul- De acuerdo- Cerró sus ojos y los apretó. Lucía chistoso.
Tú te acercaste lentamente hacia él. Lo tomaste por el cuello. Besaste su mejilla, y el cerro normalmente sus ojos. Tú buscaste sus suaves labios.
Los besaste con tanta delicadeza, se sentía tan bien. Sus labios húmedos, suaves, rosados, eran hermosos.
Paul- Eres tan bonita- Tú- Tu eres muy guapo-  Paul- eres perfecta- Tú-              Tú eres perfecto- Paul- Eres todo para mi…- Preferiste no continuar haciendo eso, preferiste besar sus labios.
Paul- Creo que es hora de irnos…- Tú- ¿¡Tan pronto!?- Paul- Pues… es que…- Toco con sus yemas de los dedos sus labios. Paul- Tienes razón- Sonrió- Hay que disfrutar esto lo mas que podamos- Tú muy sonriente- ¡Eso!- Paul- Pero, ahora…- Miro a su alrededor- ¿Qué hacemos?- Tú- Eso es lo de menos- Tú también giraste para ver que se podía hacer ahí.
Lograste ver en el lago unos botes y personas encima. Te pareció una estupenda idea ir a remar con Paul.

Se fueron acercando al lago. Ahí había una mujer que rentaba botes. Paul fue a preguntar cómo podían tener un bote y todo eso. Tú esperaste a la orilla del lago.
Paul- ¡………..!- Tú volteaste, Paul con una mano te hacía señas para que te acercaras. Tú caminaste rápidamente hacia donde él se encontraba.
Paul-¡Mira!- Te mostro un folleto que apenas y pudiste mirar, pues él lo movió de tu viste antes de que empezaras a leer de que se trataba.
La señora de los botes empezó a hablar- Ya sabe señor, no pueden alejarse demasiado, no puede llevarse los pescados que pesque, no puede alimentar a los peces, no tire basura… y creo que eso es todo- La señora saco de su bolsillo una caja de cigarrillos- Bueno, solo me falto algo, no salgan de sus botes, pero creo que eso es obvio…- Rio secamente.
Los llevo a donde estaba su bote. Este era de color blanco, la pintura que estaba más cerca del agua estaba casi botada.
La señora te ayudo a subir, para Paul no fue necesaria ayuda, el se subió con una extraordinaria habilidad.
Señora- Bueno… Ahí están los remos y pues, supongo que ya saben remar, ¿no?- Los miro, Tú- No- Y a los pocos segundos Paul- Si- Casi lo habían dicho al mismo tiempo.
Señora- Pues…- Paul- No importa, yo le enseñaré- La señora jugaba con un cigarro en su mano. Ella- Esta bien…- Paul- Si…- Murmullo. Señora- Y por último yo soy Betty- Tú- Gracias Betty- Por fin lograste ver una dulce expresión en su rostro, una sonrisa.
Betty- Adiós- Movió su mano despidiéndose, después busco en su bolsillo y saco un cerillo y prendió su cigarro.
Cada vez veías que Betty se iba haciendo mas y mas pequeña.
->Y para mis fieles seguidoras, les pido una disculpa por no poder actualizar el fic, pero es que ahora el tiempo es que menos me sobra. No les puedo prometer largos capítulos como antes, solo les puedo prometer capítulos como este. Pero no dejare de escribir ni las abandonaré :)
*Y para una chica que me dijo que si tenia algo contra John, ¡NO! Yo amo a John  Lennon, solo que tal vez aquí lo describo como yo me imagino que era. Pero también todo es parte de la trama muajaajaaa xD Okey no :D Bueno...
¡GRACIAS POR LEER!

16.3.11

Capitulo 1.109

Paul te llevo a Audenshaw Reservoir, era un lugar muy tranquilo. Con muchos árboles, con pájaros revoloteando, con familias viendo como los pequeños alimentaban a los curiosos animales que se acercaban a ser alimentados, con algunos pequeños botes en el agua.

Era un lindo ambiente.
Paul- Wow, que espectacular lugar- Te tomo de la mano, y avanzo.
Pronto llegaron a la orilla del rio.
Paul- Perfecto…- Miraba hacia abajo, miraba el reflejo de ustedes. Tú sonreís de par en par, te encantaba esa pareja, de la que tú formabas parte.
Tú- Que bien luces…- Paul volteo a verte. Tú lo mirabas por el reflejo.
Paul- Creo que luzco así solo porque estoy contigo- Tu sonrisa creció aun más. Giraste a verlo y besaste su mejilla lentamente.
Tú- Hay que caminar- Sentías que tenias mucha energía guardada, querías empezar a hacer cosas, a moverte, lo que fuera.
Paul- Si,- te tomo de la mano- caminando alrededor del rio- Tú suspiraste profundamente. Paul rio y siguieron caminando.
Llegaron a una zona donde había muchos árboles, algunos arbustos. Eso te recordó como el gran parque justo detrás de la casa de Paul, y recordaste lo que ahí había pasado. Y se te erizo toda tu piel, y no solo por el recuerdo, también por el suave beso de Paul en tu cuello.
Paul- Hay que sentarnos aquí- tú muy animadamente te sentaste.
Él empezó a lanzar piedras al rio, tú mirabas como lo hacía.
Te aburriste rápidamente. Y preferiste empezar a besar la oreja de Paul.
Él-hey, me haces cosquillas- Tú- Si quieres paro- Sabías que él no quería eso. Paul- No, no es eso- Rio y empezó a besar tus labios, delicadamente.
Tú, para estar más cómoda, te recostaste sobre la olorosa tierra.
Paul besaba suavemente tus labios, mejillas, ojos, era muy tierno.
Así pasaron unos minutos hasta que una fuerte tos los interrumpió.
Ustedes exaltados voltearon a mirar de quien se trataba.
Era un señor alto, ya de edad adulta, con cabello gris y un gran bigote del mismo color, y estaba vestido como policía, y parecía ser un policía.
Hombre- ¿Qué hacen aquí? – Hablaba abriendo mucho sus ojos y echando su cuerpo hacia atrás.
Paul se levanto rápidamente, tú te levantaste igual, y empezaste a sacudir nerviosamente tu pantalón.
Policía- ¿Qué hacían aquí?- Paul- Bueno…- Junto sus manos- Pues estábamos aquí tranquilos, viendo… todo- Parecía no estar muy seguro de lo que decía, y ahora empezaba a balancearse con las puntas de sus pies. Policía- Creo que no estaban haciendo eso- Metió su mano en un bolsillo y saco una libretita- Parecía que estaban demostrando su amor, de una forma muy especial- Alzaba sus cejas con cada palabra que decía. Paul- Mmmm… no lo creo- El policía lentamente alzo su mirada hacia Paul, parecía querer matarlo. Te alarmaba mucho que el policía se pusiera así porque Paul solo había replicado. Pero de pronto:
Policía- Hey,- toco su barbilla- yo a usted lo conozco- Paul con una gran sonrisa- Si- bajo la mirada- sí, creo que me conoce- Policía- Pero, ¿de dónde?- Paul- Pues…- Policía con los ojos salidos- ¡Ya sé! – Paul lo miro muy contento- Usted es un Beatle- Paul- Si, si- Policía- Oh por Dios, oh por Dios- Paul- Si, ¿No quiere que le de un autógrafo?- Policía- ¿Enserio?- Miro su libreta que estaba en su mano izquierda- Si, claro, gracias, tome- Paul sonriendo hizo un garabato que se suponía que era su firma- Y, ¿Para quién va dedicado?- Policía- Para, para mi hija- Paul- Ah si. Pero, ¿cómo se llama su hija?- Policía riendo fuertemente- Cierto, pues su nombre Elenore – Paul- Lindo nombre- Termino el autógrafo- Aquí esta- Policía- Muchas gracias. Mi hija me va a adorar. Y todos mis colegas estarán muertos de la envidia- Paul- Ah, sí, claro-
Tú estabas detrás de Paul viendo todo, tú no decías ni una palabra, estabas escondida, por así decirlo, detrás de Paul.
Policía- Me gustan mucho sus canciones- Paul asintió con su cabeza- Muchas personas de mi edad piensan que ustedes solo son unos tipos raros, que meten ideas malas a nuestros muchachos, pero yo no creo eso- Paul- Si…- Policía- Yo siempre los defiendo. Y muchos se quedan molestos con lo que digo, pero a mí no me importa, yo sé que ustedes son muy buenas personas, ¿no es así?- Guiño su ojo. Paul- Absolutamente- Policía- Me gusta una canción que se llama…- Miro hacia el cielo- Bueno, no recuerdo como se llama, pero creo que va algo así… Love, love me do… you know yo shoul be happy…-empezó a mover su pie, y hacia leves movimientos con su cabeza. Paul- Mmmm… Si, ya sé que canción es, se llama Living for you Little girl- Policía- Claro, como se me pudo olvidar- Hizo como si se golpeara su cabeza con su mano. Policía- y, ¿Cuándo sacaran su próximo disco?- Paul- No lo sé. Es que… creo que dejaremos eso de la música y empezaremos a actuar- Policía alzando de nuevo sus cejas- Pues, estaría bien- Paul- ¿Verdad? Es lo que yo digo- El policía coloco sus manos en su cinturón  y los miro extrañado.
Paul- Bueno, creo que tenemos que irnos- Policía- Ah si, claro- Paul- Hasta luego señor…- Policía- Señor Bowie – Paul- Hasta luego señor Bowie- Estrecharon sus manos. Señor Bowie- Hasta luego señor McCartney- Paul giro hacia ti, guiño su ojo, te tomo de la mano, te jalo y comenzaron a caminar lentamente.




6.3.11

Capitulo 1.108

La música paro.
Tú seguías en un sueño, la voz de Elvis seguía en tus oídos. La tonada de la canción. Las manos de Paul seguían pegadas a tu cintura, tus manos rodeaban su cuello.
De pronto, como cuando alguien te despierta de un sueño hermoso, una horrorosa voz grito- ¡PAUL MCCARTNEY!- Viste como Paul abrió sus ojos. No supiste como paso todo. Pero de un segundo a otro tú estabas corriendo al lado de Paul.
Giraste la cabeza y unas cinco chicas y otros tres hombres estaban detrás de ustedes. Algunas otras personas los veían extrañados.
Preferiste voltear hacia enfrente. Veías lo difícil que era esquivar a todas esas personas.
Cuando ya por fin estaban afuera, ustedes dos se dieron cuenta de que estaba lloviendo a cantaros. Se detuvieron justo antes de terminar empapados.
Paul volteo y te vio. Luego giro a ver si continuaban siguiéndolo. Tú hiciste lo mismo.
Y si, lo seguían siguiendo. Paul dijo en voz baja- Vamos- Te jalo, y sentiste lo frio de las gotas de la lluvia caer por tu espalda.
No podías ver muy bien. Las gotas caían y caían y hacían difícil la visión.
Paul- Es por aquí- Tú te detuviste, ya habían llegado hasta donde habían dejado el coche.
Primero intento abrir la puerta del copiloto, donde tú acostumbrabas sentarte.
Pero fue muy difícil, pues antes de poder abrir la puerta, las llaves se cayeron. Entonces, Paul se tuvo que arrodillar y empezar a tantear el suelo para encontrarlas. Cuando las encontró intento de nuevo abrir, pero ahora si lo logro. Tú entraste rápidamente.
Ya adentro, escuchaste como Paul se fue corriendo al otro lado de coche para entrar. Tú te estiraste para poderle abrir la puerta.
Paul ya sentado- Gracias- Lo miraste. Estaba completamente empapado. Paul miro sus piernas y luego toco su pecho- Maldita sea- Volteo a verte- Lamento- paso su mano fría por tu rostro, aun más frio- que haya pasado eso- Y ahí fue, cuando recordaste lo famoso que era Paul.
Lo habías olvidado. Todo lo de tratarse de esconder poniéndose gafas grandes y obscuras, o bufandas para cubrir casi todo su rostro se te había hecho una costumbre. Habías ido olvidando, lo famoso que era Paul, pues él para ti era alguien normal.
Tú te encogiste de hombros- No importa- Paul volteo la mirada al volante- A veces quisiera que nadie me conociera, que yo fuera alguien normal, simple- Se giro hacia ti- Creo que eso es lo que todos quisiéramos- Tu- A mi no me importa nada de eso- La verdad es que si te importaba, y más que eso, te molestaba. Pero ese no era el momento para reprocharle eso- No me importa nada de eso, solo me importas tu. Todo lo que las personas dicen, piensan o hacen, no importa- Paul- Claro que importan- lo interrumpiste- Para nosotros no importa- ahora tu pusiste su mano en su mejilla- no nos importa, lo único que nos importa es que estamos juntos, y que nos amamos, ¿no crees?- Paul se quedo callado unos momentos. Tal vez meditando lo que habías dicho, pero después dijo- Si, creo que si- Tú- Que bien- Sonreíste, y Paul te devolvió el gesto.
Paul- Bueno, creo que esta noche ya se arruino- tomo sus llaves- entonces, mejor hay que irnos- Tú estabas un poco triste por tener que irse, pero no había elección.
Paul encendió el auto.
No podías ver nada enfrente. Paul prendió los limpiaparabrisas. Aun así no se lograba ver algo.
La lluvia caía más rápido que los movimientos del limpiaparabrisas.
Paul- Demonios- Empezó a avanzar muy lentamente. Tú- ¿Enserio nos vamos a ir así?- Paul- Eh, si- Tú- Pero Paul, es muy peligroso. No se ve nada- Paul se quedo callado- Creo que sería mejor esperar, ¿no?-Paul- Pues si- Tardo un  poco en apagar el auto.
Paul-¡Uf! Estoy empapado- Tú- Yo igual- Paul movió su cabeza, como lo hacía cuando cantaba  ‘She loves you’ o algo así. Tú reíste. Paul no dijo nada.
Se empezó a mover, parecía querer quitarse el saco que lo cubría. Pero por el reducido espacio, no podía. Estiro su brazo izquierdo para sacarse completamente su saco. Lo logro, pero también alcanzo a golpearte.
Te golpeo en la parte de en medio de tu busto.
Tu- Auch- Paul tratándose de zafar de su saco- Lo siento, lo siento- Cuando por fin lo logro, paso su mano directamente a donde te había pegado y empezó a hacer movimientos leves, como para sobarte, pensaste.
Pero paso un rato. Tú creíste que ya había pasado el tiempo suficiente tiempo ya haber terminado el dolor.
Volteaste a ver a Paul, parecía no estar concentrado en ti, más bien, solo en tu busto. Justo antes de que tu le preguntaras algo, el movió su mano hacia tu pecho.
Tu lo veías, vías su expresión, te daba un poco de gracia. Pero no creías que ese fuera el momento preciso como para reír, sino mas bien, como para besar esos deliciosos labios que Paul tenia.
Te acercaste, y Paul sin quitar la mano de tu escote, comenzaron a besarse.
Tú, sin perder el tiempo, empezaste a desabotonar su camisa. El furtivamente trataba de desabrochar el vestido.
De un momento a otro, tú estabas encima de Paul, con las rodillas flexionadas.
Paul- Espera- Se intento incorporar. Tú te moviste hacia tu asiento. Paul con rápidos y torpes movimientos paso hacia los asientos de atrás. Tu muy emocionada, no sabias muy bien porque te sentías así, seguiste a Paul.
Ahí Paul pudo quitarte el vestido. Con Paul no fue necesario quitarle completamente en pantalón.
El espacio era muy poco, pero parecía no importarles nada.
Sentías como la temperatura dentro del auto aumentaba y aumentaba. Pero lo que más sentías era una gran satisfacción.
Paul recorría con sus manos todo tu cuerpo, tú besabas su cuello, su pecho, sus brazos, todo lo que tuvieras al alcance de tus labios. Pasabas tus manos por su espalda, por su estomago, a veces bajabas aun mas, y hacías que Paul se retorciera del placer, y que emitiera leves gemidos, te encantaba eso.
Pasaron unas horas, y la lluvia fue bajando de intensidad.
Ustedes sin decir nada, empezaron a vestirse. Paul se cambio de lugar, se movió hacia en asiento de enfrente.
Tú te quedaste recostada en el asiento de atrás.
Paul encendió el auto.
Se dirigieron al hotel.

Ya en la habitación.
Paul se metió a dar un largo baño, según lo que dijo.
Tú como no tenias nada que hacer encendiste el televisor.
Estaba pasando un noticiero. Acababa justo de empezar, dijeron la temperatura, la hora y la fecha.
Cuando escuchaste decir el día al conductor una gran preocupación llego a ti. Ya habían pasado varios días con Paul, y tu solo tenias pocos días restantes de ‘vacaciones’.
Contaste con la ayuda de tus dedos cuantos días faltaban para que regresaras a tus labores. Y terminaste con que solo faltaban 3 días.
Tú, un poco molesta-Diablos- Esperarías a que Paul terminara su baño, para explicarle todo. No tuviste que esperar mucho.
Tú- Paul…- él- ¿Qué pasa, linda?- Tú- Creo, creo…- miraste al piso- que debemos regresar- Paul- Pero, ¿no te está gustando?- Tú- Claro,- lo miraste muy alegremente- pero- cambio tu gesto por uno de tristeza- debo regresar a mi rutina, tu sabes- Paul se quedo meditando un rato.
Fue a su maleta y saco unos calzoncillos y unos pantalones que usaba para dormir.
Paul- Si, creo que debemos regresar- Tú- Gracias por comprender- Paul se desprendió de la toalla que cubría de su cadera abajo. Y se coloco sus calzoncillos.
Paul- Solo durmamos hoy aquí y mañana nos iremos- Tomo sus pantalones- ¿De acuerdo?- Tú- Absolutamente- Tú tomaste una bata y toalla, que ya habías preparado antes para meterte a bañar.
Tú- Gracias- Te acercaste a él y lo besaste en la mejilla. Paul- No hay de que, hermosa- Y beso tus labios.
Tomaste un largo baño en la bañera.
Cuando saliste Paul estaba acorrucado en la cama viendo televisión.
Te acercaste a la cama, en cuanto sentiste lo caliente y confortable del colchón un sueño inmenso te invadió y caíste dormida en minutos.
A la mañana siguiente.
Despertaste, abriste los ojos y no encontraste a nadie a tu lado, giraste y tampoco había alguien. Te encontrabas sola con las almohadas.
Te incorporaste rápidamente.
Tú- ¿Paul?- Te quitaste las cobijas de encima- ¿Paul?- Te levantaste, empezaste a buscarlo, aunque no había muchos lugares en donde esconderse.
No había nadie contigo en la habitación. Te volviste a acostar. Tomaste una almohada y la abrazaste y comenzaste a preguntarte donde habría ido Paul.
Unos minutos más tarde, él había llegado empujando de un carrito con el desayuno.
Tú te levantaste rápidamente y fuiste y lo abrazaste.
Paul- ¿Qué pasó?- Tú- No te he encontrado esta mañana junto a mi- Paul te miro tiernamente, puso sus brazos alrededor tuyo. Paul- Lo lamento- No había querido molestarte-Giro a verte- Te veías tan dulce- Y con una sonrisa- incluso cuando roncas, te ves hermosa- Tú- ¿Cómo?- Paul- Nada- Tomo unas galletas del carrito y se las metió en la boca. Tu tomaste una y empezaste a morderla- ¿Yo ronco?- Paul- Pues si- te miro- y muy fuerte- Tú- ¡No te creo!- Paul- Como quieras- se sentó en un sillón que había ahí, como decoración del hotel. Cerró los ojos y empezó a hacer sonidos parecidos a los de alguien cuando ronca.
Tú- No seas malo- Paul- ¿Qué?- Rio, se levanto y fue hacia ti y te abrazo. Paul- A mi no me importa en lo absoluto que ronques, hasta me gusta, te ves tan tierna- Tú golpeando suavemente su pecho- Claro- lo dijiste en un tono sarcástico. El y tú comenzaron a reír.
Terminaron de desayunar, arreglaron sus cosas y se dispusieron a salir del lugar.
Ya abajo Paul entrego las llaves de la habitación, pagó todo y salieron de ahí. Tomaron su automóvil y condujeron hacia la salida de Manchester.
Después de una hora más o menos. Paul- Quiero llevarte a un lugar- Te miro rápidamente y luego aparto la mirada hacia enfrente- el último lugar que visitaremos en estas vacaciones, ¿sí?- Tú- Claro- Empezaste a imaginarte lo lindo que sería ese lugar, lo bien que se la pasarían, lo mucho que lo disfrutarías pues era el último lugar que visitarían.