Hola



10.3.12

Capitulo 1.136





Dejo de besarte y abriste los ojos, notaste que él aún los conservaba cerrados, lucia tan divino de esa forma. Y de pronto abrió sus ojos.
Paul- Hola cariño- Tú con un nudo en la garganta – Hola – Paul- ¿Puedo sentarme junto a ti? – Tú asentiste una sola vez. Paul sonriendo tomo asiento.
El estirando sus piernas- ¿Cómo has estado? Cuéntamelo todo – Tú estabas preparando que decirle a Paul con una boba sonrisa en tu rostro. Pero de pronto, la misma sensación que habías tenido en la mañana llego a ti. Y una pregunta se instaló en tu mente: ¿Por qué había tardado tanto?
Tú- Pues… no hay mucho que contar- Paul - ¿De qué hablas? Fue un tiempo bastante largo- Tú- Sí, un tiempo bastante largo…- Suspiraste. Él- Hey, ¿Te molesta si fumo?- Tú algo distante- ¿Fumar? No, no… no me molesta- Antes de haber terminado esa frase Paul ya había sacado un cigarrillo y ahora estaba por prenderlo.
Tú- Y, ¿Cómo te fue a ti? – Paul sonriente y sin mirarte a ver- Pues, no lo sé. Nos fue muy bien. Todo allá era, es- corrigió rápidamente- fascinante- Tú mirándolo, él de repente con un brusco movimiento volteo a verte te dijo- Un día te llevaré allá.- Hizo una pausa y prosiguió- Y viviremos juntos,- tomo tú mano- y tal vez hasta nos casemos allá- Sentiste como tu estomago dio un giro de 360 grados. Paul- ¿Te agrada la idea?- Sonreía como un niño y tú lo mirabas, solo hacías eso. Paul preocupado- Parece que no te gusta la idea…- Estiro sus piernas y brazos incómodo. Tú- No, no, no es que no me gusté la idea. Pero acabas de llegar- pusiste tu mano sobre su mejilla y sentiste el calor, el dulce calor de su rostro en tu mano, esta acción hizo que te desconcentraras de lo que estabas diciendo, pero seguiste -- aca-acabas de llegar, y ni siquiera te he dicho hola…- Paul te interrumpió tajantemente- Ya me dijiste hola- Tú pasando tu mano por tu cabello- Ah, pues… No sé… es que no me acostumbro- Paul- ¿Acostumbrarte?- Tú- No, nada, olvídalo- Paul- ¿Qué pasa? Algo extraño te sucede…- Tú riendo nerviosamente y pasando tu mano sobre tu brazo derecho- No, no es nada. Mejor no diré nada más…- Miraste a Paul como ya no lo habías hecho. Y el sonriendo, dijo- No me mires así- Rió- quiero saber lo que te pasa- A pesar de su tono serio con lo último, no pudo evitar reír y moverse de su asiento. Tú- Mirarte, ¿Cómo?- Paul- Así- miro tu boca- así muy…- Y con un rápido movimiento se acerco a ti y te beso.
Cerraste los ojos y disfrutaste del beso.
Paul te tomo por tu espalda y muy apresuradamente te acerco a su cuerpo. Extrañabas esa sensación, esa sensación tan placentera.
Tú tomaste a Paul por su cabello, y notaste que se lo había dejado aún más largo de lo que ya lo tenía. Recorriste con tus manos el cuerpo de Paul, desde su cabeza, su cuello, en su espalda te tomaste mucho tiempo en sentir cada espacio, y ahí, recordar, que Paul era el hombre que amabas, ese hombre que extrañaste por todo ese tiempo y que ahora, estaba contigo, abrazándote y comiéndote a besos.
Paul recorría con sus labios cada lugar que te hacía estremecerte del placer.
Pasó que comenzó por besarte tu oído derecho, luego lentamente fue bajando y llego hasta tu cuello, y esa sensación, una que Paul y ningún otro te habían hecho sentir, hasta esa noche. Esa noche especial con Paul McCartney. Esto hizo que dieras un breve, pero muy fuerte gemido.
Paul lentamente buscó tu mirada, y tú complacida le sonreíste y el con una voz, una voz que te hacía estremecer te dijo- Hay que entrar a tu casa- Hizo una pausa y con otro tono amistoso dijo- Míranos, estamos aquí afuera de tu casa, aquí cualquiera nos puede ver…- Te miro a los ojos, y fugazmente te beso, y de nuevo, hizo que te volvieras loca. Y sin esperar más, te levantaste rápidamente, pero sin perder la estética en lo que hacías.
Paul te siguió, pero él lo hacía con una maestría, todo lo hacía tan sexy. Entraron a tu casa, ahí todo estaba obscuro.
Tú trataste de encender las luces después de haber cerrado la puerta, pero Paul tomo tu mano e hizo que voltearas a verlo, y con esa mirada comprendiste.
Asentiste lentamente, y mientras movías tu cabeza, Paul te tomo por el cuello con sus dos manos y te acerco a su rostro, y te beso, primero era un beso lento, un beso que comprendías era, algo así como lo mucho que Paul te había extrañado, lo mal que había estado sin ti, o eso era, por lo menos, lo que tú entendiste de ese beso, o tal vez eso simplemente era lo que tú querías pensar, apartaste ese pensamiento de tu mente. Pero aunque esto no fuera así, a ti no te importaba, dejarías tu interpretación  primera como verdadera o como un hecho.
Después Paul te despojo de tu ropa, era extraño, Paul nunca había sido así de rápido. No te importo, solo querías estar con él.
Empezó a besar tu boca, poco después de nuevo empezó a besar tu oído y bajo hasta tu cuello, fue bajando poco a poco, y llego hasta tus hombros, los que empezó a besar, y cuando menos te lo esperaste bajo con su mano el tirante de tu sostén de tu hombro derecho, empezó a besarlo, luego te miró, y te contemplo así, bajo la obscuridad de tu sala.
Le sonreíste tímidamente, y el te contesto con una sonrisa de par en par mostrando sus dientes. Lo tomaste por el cuello y lo besaste. Él delicadamente te cargo, fue algo muy sencillo, te tomo por tus piernas, y fue aún más fácil pues ya no llevabas ropa que complicara que tus piernas rodearan su cadera. Y así fue como subió contigo besando cada parte que pudieras.
Cuando llego a tu habitación hizo una pausa y te recargo sobre tu puerta cerrada. Te besó, mientras buscaba el picaporte de la puerta, la abrió sin descuidar por ningún momento que tu resbalaras o algo así.
Tiernamente te recostó sobre la cama, y tú acostada mirabas como el desabrochaba y arrojaba su ropa. Cuando se quedó en calzoncillos fue cuando te acompaño hasta la cama, y de ahí te empezó a besar, esta vez los besos aumentaban de temperatura.
Paul, con tu ayuda, estaba por quitarte tu sostén, y en esas sus miradas se encontraron, y él dejo de moverse y solo te contemplo y dijo un leve: - Te amo – A ti casi se te salen lágrimas de tus ojos, Paul no espero más y siguió con su labor de desprenderte de tu sostén.
Lo demás de la noche fue para ti, espectacular, nunca se te olvidará como te trato él esa noche, era diferente, sí, pero en esencia era el mismo hombre que había estado contigo desde hace ya mucho tiempo.
Aprovechaste al máximo esa noche, esa noche en la que Paul desde hace ya mucho tiempo ya no había sido tuyo. Pero esta noche especial, Paul regresaba a tus brazos y te hacia suya.
A la mañana siguiente un poco exhausta, pues solo habías dormido unas tres horas, a las cinco de la mañana despertaste, estiraste tus brazos para encontrar a Paul, pero ninguno de tus miembros encontró algo.
Te incorporaste rápidamente de la cama. Y lo viste, estaba sentado en una silla que se encontraba en una esquina de tu alcoba, te miraba.
Tú- ¿Paul, por qué has despertado tan temprano?- él mordiendo su dedo anular- Pues, no lo sé, me desperté  y ya no pude dormir. Temía que te despertaría, es por eso que decidí salirme de la cama- Tú- Me desperté porque no estabas aquí, así que…Ven- Le sonreíste, él distantemente te sonrió y con una vaga mirada se levanto y se recostó junto a ti.
Tú- Te extrañe Paul McCartney- El froto sus ojos y dijo- Es lindo cuando dices mi nombre completo- Tú- ¿Así? James Paul McCartney, James Paul McCartney…- Él- No, así ya perdió la chispa- Rió y tú lo acompañaste, luego besó tu frente.
Paul- Yo también te extrañé- Sonreíste. Pasó su mano sobre su frente y cerro sus ojos por unos segundos y bufó- Estoy tan cansado- Tú- Es por lo del viaje…- Y ahí fue donde recordaste que no te había ido a visitar seguido del viaje, sino unos días después. Así que preguntaste tímidamente- Paul…- Él- ¿Sí?- Tú- Y… ¿Cuándo llegaste exactamente?- Paul distraídamente- El 7 de marzo*- Tu corazón latía rápidamente y parecía que te habías sonrojado- Pero, entonces… ¿Por qué hasta ahora me has venido a visitar?- Paul abriendo los ojos de par en par- Es que… llegué muy cansado de la gira y del viaje, y preferí descansar- Tú- Sí, pero, ¿No fue demasiado tiempo? – Paul- Bueno, es que no fue lo único que hice- Tú- Y, ¿Qué mas hiciste?- Paul- Pues, vimos unos asuntos Brian y nosotros, tú sabes…- Tú – Ah, claro…- Paul mirándote- Y pues también hicimos otras cosas, también, pues unos amigos hicieron una  pequeña reunión, - estaba nervioso- pues para darnos la bienvenida- Tú - ¿Después del viaje?- Paul- Sí, son buenos amigos- Tú- ¿Y no estabas cansado?- Paul- Sí, bueno, me cansé por la fiesta- Sonrió torpemente, o así lució para ti. Tú- Pero habías dicho que había sido una pequeña reunión- Paul- Pues sí… Pero pues parecía una fiesta… No eran necesarios muchas personas para que pareciera una fiesta…- Tú mirándolo furtivamente- Ah, claro, te entiendo- Paul riendo- Sí, lo sé…- Evitaba tu mirada- Y, ¿Qué quieres para desayunar?- Guardaste silencio. Él te sonreía. Y de pronto soltó- Bueno, de acuerdo, fue una pequeña fiesta, fue después del viaje de regreso, pero fue algo muy pequeño, y pues no me dio tiempo para venir
a visitarte, y después de eso teníamos que salir en una conferencia de prensa y pues no me daba tiempo de venir a saludarte, solo tenía unas horas, no como ahora, que tengo todo el día para ti…-  Tú- Está bien…- No entendías muy bien a Paul, ni siquiera te entendías muy bien a ti, así que optaste por dejar el tema atrás y olvidar todo.
Paul debajo de las cobijas tomo tu vientre, hizo que te estremecieras, aunque no estabas de ánimos y no hiciste ningún movimiento.
Paul fácilmente te acerco a él y empezó a jugar con tu cabello. Luego quito su mano de tu vientre y toco tu mejilla e hizo que giraras tu rostro, cuando lo miraste directamente a los ojos de nuevo te dijo ese mágico conjunto de palabras: Te amo.
Tu le sonreíste y te preparaste para decirle lo mismo, y así fue, le dijiste un suave pero contundente ‘Te amo’.
Paul sonrió como hace mucho no lo habías visto sonreír, de hecho, sonreía como cuando te había pedido que fueras su chica, su novia.
El te tomo por el cuello y te besó, fue un beso tan dulce, tan delicado, tan… y preferiste dejar de pensar y disfrutar el momento.

-> Una disculpa.