Hola



22.4.12

Capitulo 1.139


Tú corazón se partió en miles de pedazos, o eso sentiste, no sabías que te sucedía. Tu corazón latía muy muy rápido, pero también habías sentido exactamente cuando tu corazón se había partido, aún así el bombeaba sangre muy fuerte hacia tu cara y la hacía subir de tono y hacerte quedar como la señal de alto de un semáforo. Sentías tus manos y tus pies congelados. Te faltaba el aire.
Tú casi gritando- ¿pasó algo?- avanzaste muy torpemente hasta donde él estaba. De espaldas a ti, junto a una ventana que daba al patio trasero del patio de la casa; tomaste muy fuerte a Paul por su brazo lo giraste hacia ti y dijiste – Por lo menos veme a la cara – Paul mirándote con lágrimas en los ojos, dudabas que fueran de tristeza - ¿Crees que esto es fácil para mí? – Tú- Pues dímelo tú- Paul- Ni siquiera te puedo mirar a los ojos- Y así era, parecía que Paul no podía mirar un solo objeto por más de siete segundos, y mucho menos una parte de tu rostro, y para nada tus ojos.
Tú- Dime, ¿qué pasó?- Paul giro la cabeza viendo alrededor del cuarto, luego movió de izquierda a derecha su cabeza negando.
Él- Ven – te tomo muy fuerte del brazo, y te jalo. Te saco de la casa y te llevo a su auto, todo esto con nada de delicadeza.
Abrió la puerta del coche, hizo que entraras. Luego él subió al coche.
Tú ahora gritando - ¿Quién es Sally? – Paul te ignoro, encendió el auto y acelero. Acelero y esto fue lo único que hizo por más de 10 minutos. Tú sólo gritabas cosas como: ¡Paul, para el auto!, ¡Paul, respóndeme!, ¿Qué pasó con Sally?, ¿Quién es Sally? Y cosas muy parecidas.
De pronto e inesperadamente, Paul detuvo el auto.
Tú no esperaste nada para poder salir del auto. Saliste y lo primero que hiciste fue gritar, gritar muy fuerte
Paul siempre procuraba tratarte con delicadeza, siempre lo hacía. Se acerco a ti y te abrazo, pero esta vez te abrazó muy fuerte, no te lastimaba, pero lo hacía muy intensamente.
Tú te apartaste de él. Lo empujaste con fuerza y dijiste enérgicamente- ¿Qué pasó con Sally?- El nombre de esa chica lo dijiste con un tono tratando de imitar la voz de una mujer hueca.
Paul callado, sin poder mirarte. Tú amenazando a Paul con tu dedo índice- Dímelo ahora, o sino… me voy… me voy, Paul… y jamás regresaré contigo.- Esta vez, Paul alzo la mirada a ti, a tus ojos. Se le veía triste, su semblante había cambiado: lucía muy triste.
Paul casi en un susurro- No me atrevo a mirarte si te cuento esto- Tú seguías furiosa, y aunque la apariencia de Paul te preocupada, al momento de decir las cosas ni siquiera lo pensabas – Tienes que hacerlo,- te acercaste a él- mírame- Paul – No puedo- Tú ordenándole y tomándolo por el rostro- Mírame – Paul quitándose tus manos de su cara- ¡NO PUEDO!- Empezó a caminar en círculos cortos, daba pasos muy largos y pisaba muy fuerte. Continuó- ¡No puedo mirarte cuando te tengo que decir que besé otros labios, probé otra boca que no es la tuya!- Te paralizaste, pero Paul continuó, a medida que iba hablando iba bajando el tono con el que lo hacía- No puedo mirarte, pues no sólo fue una vez. No puedo mirarte- se paró en seco- pues fue cuando estábamos separados.- Te miro, te miro y tuviste miedo- No puedo mirarte por temor a que veas que llegué a sentir algo por ella…- 

21.4.12

Capitulo 1.138


Tú- Pues… no lo sé- Paul guardo silencio esperando tu respuesta. Tú- Tengo cosas que hacer- reíste huecamente. Paul relajadamente- Está bien…- Pensaste: ¿cómo es posible qué fueras a dejar solo a Paul en una fiesta? Tenías que estar ahí. Tenias que estar como su pareja enfrente de todos.Tú- No, espera… creo que sí puedo ir- Paul sonrió, no de una forma en la que esperaras, pero aún así sonrió. Él- Genial, cariño- posó su mano en tu mejilla.
Unas risas de chica se escucharon en las escaleras, seguidas por un extraño tono de voz en George. La chica era hermosa, cuando la viste te sorprendiste, era extraño ver a chicas tan linda como ella. Incluso te incómodo un poco estar en esa habitación junto a esa belleza: era alta, delgada, pero con unas caderas enormes que hacían que su cuerpo se viera elegante. Aunque también su vestido de lentejuelas negras la hacía lucir ese cuerpo; su cabello estaba lleno de ondas perfectamente aplacadas, con un rubio brilloso; sus ojos eran azules, y un azul que deslumbraba; y qué decir de su espectacular rostro, no tenía imperfección alguna, se veía tan suave, incluso debiste controlar tus impulsos de ir hasta ella y tocar la piel de sus mejillas rosadas; no podías parar de describirla era casi perfecta, no, corregiste, era perfecta.
George la iba dirigiendo a la puerta y hacía que esta mujer riera, George tenía un muy buen sentido del humor. Se despidió de ella y la dejo ir.
John de pronto apareció junto a George- ¿De dónde la conseguiste?- George- De una exclusiva fiesta- John- No puede ser, yo no fui invitado- George- Claro que no, sólo invitaron a personas elegantes y educadas- De pronto George dijo- Hey Paul, Sally dijo que…- Parecía cámara lenta: George giraba muy lentamente su cabeza para ver a Paul mientras decía esto a una velocidad rápida. Cuando ya veía a Paul y descubría que tú estabas ahí termino-  la llames, quiere salir de nuevo contigo.
Un enorme silencio los rodeo a los cinco. Aunque no por mucho tiempo, pues George dijo- Ya sabes que tienes que ir. Todos hemos ido con ella para que nos haga un nuevo corte de cabello- John rio estrepitosamente. Paul- Ah, sí claro… La llamaré para hacer una cita- Tú callada, parecía que fueras a vomitar. Tenías unas nauseas.
John- Iré a dormir… Estas noches han sido muy largas- Y salió de esa habitación.
George se le veía abstraído, y de un momento a otro Ringo había desaparecido.
Paul tratando de cambiar de tema- ¿Tienes hambre?- Tú- No, me siento mal- Paul con un tono alarmado- ¿Qué tienes? Te ves un poco pálida- Tú- No lo sé- Paul- ¿Quieres ir a ver a un doctor?- Tú- No, - suspiraste- con un té estaría bien, creo que me iré a casa.- Era demasiada información para ti en una sola noche. Paul sonriéndote- Yo lo prepararé sólo para ti- Sonreíste forzadamente y se encaminaron a la cocina.
Paul puso a calentar agua- Prepárate- Tú- ¿Por qué?- Paul- Te haré mi súper té- Tú- ¿Súper té? Paul, ¿quién es Sally? – Paul como en un comercial de televisión- Claro. Siempre que alguien que amo mucho se enferma le preparo un rico té y después lo cuido muy bien para que se recuperé- Ya caliente el agua la tomo y sirvió en una taza, y le coloco una bolsita de té, una cucharada de azúcar y te lo dio. Tú mirando fijamente a Paul- ¿Quién es Sally?- Paul sin mirarte y viendo sus manos entrelazadas sobre la mesa de la cocina- La chica que nos corta el cabello- Tú- Ah, ¿sí?- Paul – Sí – Guardaron silencio durante años.
Pero de pronto Paul se acerco a ti por detrás y te susurro al oído mientras te abrazaba las caderas, te tomaba como si jamás te hubiera tocado. Te hacía estremecer.
Tú- Para Paul- Lo dijiste muy seria, muy alto, y muy segura de ti misma. No sabías de dónde habías sacado esas fuerzas para decirle eso a Paul que ya se había alejado de ti y te miraba- ¿qué sucede?- Tú- ¿quién es Sally? – Era como si alguien más hablara por ti. Paul- Una chica que nos corta el cabello- Tú riendo- ¿Enserio?- Paul- Sí...- Estalló- no sé porque te pones así, es una simple chica, que, que, veo porque corta el cabello, ¿sí?- Tú con una sonrisa de desdén - Claro…- Te acercaste a él. Tú- No te creo…- Paul- Que lástima, pues yo sólo te estoy diciendo la verdad- te miraba, te miraba con odio, por unos segundos sentiste que te miraba con odio. Pero luego su mirada cambió, demasiado, pero aún se le veía sumamente enojado, irritado, rabioso. Callaste. Tú optaste por hablar suavemente- Yo, confió en ti, confió en ti- Paul se quedo rígido. Él- Gracias- tartamudeo- yo también confió en ti- Te abrazó muy fuerte.
Tú lo soltaste – Pero no creo que Sally corte tu cabello – Paul frotándose muy fuerte sus ojos, parecía que estaba a punto de sacárselos. Él dándote la espalda- Ella, ella es una chica… y pasó algo-


*Chicas guapas :3 Acá les dejo mi cuenta de Twitter :O @LauMaCa :) Pues a ver si podemos estar así mas en contacto :D tal vez así me digan: ¡Hey, sube otro fic! Y así :) ¡Pero les advierto! Que en mi cuenta pongo un buen de cosas extrañas, que tal si mi imagen cambia con ustedes (?) 

9.4.12

Capitulo 1.137


Despertaste y hacía mucho calor, y sentías como si algo impidiera que movieras las piernas y los brazos. Abriste los ojos, y miraste una tela blanca: estabas cubierta totalmente por la sábana de tu cama. Y a tu lado Paul estaba abrazándote y había subido su pesada pierna a tus piernas.
Y él, seguía dormido, y tú tenías una urgencia descomunal por ir al baño, en específico para orinar, en el baño también aprovecharías y arreglarías tu cabello que a esa hora ya debería de estar hecho un nido para pájaros. Pero Paul no despertaba y no querías molestarlo. Así que te empezaste a mover lentamente, lo más despacio que pudieras. Era algo muy difícil, Paul era pesado. Estabas por lograrlo, solo te faltaba quitarte de encima la pierna de Paul.
Él- ¿Qué pasa? ¿Quieres levantarte?- Tú muy ruborizada, por suerte Paul solo veía tu nuca- Sí… ja ja- Reíste forzadamente. Paul- ¿Pero por qué? Esto está tan rico y bonito- Te abrazo y te jaló hacia él, y todo el esfuerzo por alejarte de él, todo el camino que ya habías avanzado, él lo destruyo con un suave movimiento.
Tú- Pero es que Paul…- te interrumpió- Vamos, hay que quedarnos en la cama más tiempo- Tú- Sí, pero es que- de nuevo te interrumpió- ¿O es que tienes algo que hacer? Entonces levántate…- Paul se hizo el ofendido y te dejo de abrazar y puso cara como de niño triste. Tú tenías unas urgencias descomunales por ir al baño así que te levantaste rápidamente.
Paul levantándose de la cama y quedando sentado te grito- ¿A dónde vas? – No necesitaste explicárselo pues azotaste la puerta del baño, unos segundos después escuchaste como Paul susurró un: Oh.
Saliste del baño ya con tu cabello peinado, o por lo menos eso intentaste.
Paul- Lo lamento…- Tú- No hay problema- Paul- Solo estaba bromeando- Tú- Sí, lo sé. Tranquilo- Quedaron en silencio y reventaron en sonoras carcajadas.
Pasaron unas horas para que se levantaran de nuevo de la cama y les diera apetito para ir a desayunar.
Paul- Ya sé…- Te tomo por la cintura- Mejor hay que ir a la casa de los chicos, ahí de seguro que hay comida-Tú riendo- ¿es broma? Porque aquí yo puedo preparar comida…- Paul- Sí, lo sé… Pero hay que ir a ver que hacen… ¿Vamos, sí?- Su mirada era tan tierna que no lograste negarte a él. Aunque tú querías estar a solas con Paul, aceptaste su sugerencia.
Salieron de la casa a toda prisa.
Cuando llegaron Paul estaciono su auto justo enfrente de la casa. Salió lentamente del auto, tú lo mirabas sentada en el lugar de copiloto, esperabas a que Paul fuera y te abriera la puerta, como lo solía hacer. Esperaste demasiado, Paul avanzo unos tres metros más de la puerta del auto y te miraba con impaciencia. Te hizo reaccionar su maleducado movimiento de mano para que te acercaras a él.
Paul- Toma mi mano- Tú muy muy distante- Sí…-
Después todo fue muy lejano para ti. Entraron a la casa y encontraron a John y a Ringo.
Ellos los recibieron con bromas a las cuales Paul respondió muy astutamente. Poco después Paul notó la ausencia de George, y preguntó por él, los chicos entre risitas de colégialos le respondieron que estaba arriba con una mujer. Todos empezaron a reír como tontuelos, olvidando por completo que tú estabas ahí. Aunque esto era fácil pues apenas  te movías y no hacías ningún ruido.
John- Hey chicos, recuerden que esta noche tenemos una gran fiesta- Ringo- ¿De nuevo? – John- Sí, en casa de ese chico rico, ¿cómo se llama?... No lo sé, no lo recuerdo, pero parece que será asombrosa- Paul – Oh sí, lo recuerdo…- Giro hacia ti muy complacido, con un gran sonrisa que se le borró y en vez de esta apareció una sonrisa mas bien, triste- ¿Quisieras acompañarme en esta fiesta?-