Hola



26.7.11

Capitulo 1.123

Te dirigiste a tu baño. Tomaste una ducha y después de eso dormiste.


A la mañana siguiente te alistaste para el colegio.
Ya en la escuela no había ni una persona nueva. Y muchos te saludaban con caras sonrientes.
Al final de la escuela saliste disparada de tu salón. Ibas subiendo a tu auto cuando enfrente de ti pasaron una pareja de novios. Muy juntitos y felices. Pensaste en arrollarlos, pero los dejaste, no querías arruinarles el día. Esperaste a se fueron y arrancaste el coche.
Llegaste a tu casa. Preparaste algo de comer. Luego empezaste con tus deberes. Cuando terminaste tu reloj marcaba la 1:04 de la mañana. Te sorprendiste, no habías notado que el tiempo avanzará tan rápido. Hiciste lo mismo que la noche anterior y después, igual que la noche pasada, dormiste. Y así pasaron dos días más hasta que:
Habías regresado de tu escuela y estabas empezando a preparar la comida cuando sonó el teléfono. Tú te acercas y contestaste- Hola- Esperaste respuesta y una voz muy bien conocida contesto- Hola- Tú- Oh, hola, ¿cómo estás?- Del otro lado- Pues bien. Mmmm…- Tosió- ¿estarás ocupada esta noche?- Tú un poco nerviosa- No, creo que no- Tú corazón empezó a latir más rápido- Te respondieron- Ah, es que sabes, no tengo nada que hacer. Y pues pensé que estaría bien si voy a tu casa, ¿te parece?- Tú- Pues, no sé- Rascaste tu cabeza- Es que tengo que hacer los deberes- La voz del otro lado replico- Es que es por eso que quiero ir. No me ha quedado nada claro lo de la tarea del profesor David. Y pues no sé si me podrías ayudar. A mí me pareció que tú lo habías comprendido- Tú- Ah, pues, no me ha quedado muy claro. Pero si quieres venir y ver que podemos hacer juntos, con los deberes por supuesto. En ese caso creo que sí. Claro Kevin. Si quieres venir está bien- Rascabas frenéticamente tu rodilla. Kevin- De acuerdo. Voy para allá- Tú- Te espero. Adiós…- Colgaste y sin pensar bien lo que hacías, subiste a tu habitación. Te bañaste en unos minutos. Saliste y empezaste a pensar en que ropa usar. Parecía más bien que esto lo hacías por impulso. Aunque te tomabas todo el tiempo del mundo para cada movimiento.
Escogiste un conjunto. Era de color amarillo. Era una falda arriba de la rodilla. Y arriba era una blusa con lindos detalles. Lo combinaste con unos zapatos blancos. Y peinaste tu cabello para que en las puntas quedara una leve onda. Pintaste un poco tus labios. Después arreglaste tus ojos. Lucias bien.
Bajaste y sin más te sentaste en tu sillón. Sin hacer ningún movimiento. Solo mirabas hacia enfrente.
Cuando escuchaste el timbre de tu casa te levantaste, aun sin mostrar ninguna emoción. Antes de abrir arreglaste tu cabello lo mas que pudieras. Y luego abriste la puerta.
Y ahí estaba con su cabello despeinado. Con un traje color negro y una playera blanca, y sin olvidar la corbata muy angosta y negra que rodeaba su cuello. Y esa mirada tímida, que aun y cuando se veía débil sostenía el contacto con tus ojos. Esos ojos verdes que te volvían loca.

22.7.11

Capitulo 1.122

  
Salieron juntos de tu casa. Y subieron al auto de él. Era un coche rojo intenso. Era muy lindo. Todos los chicos de la escuela envidiaban a Kevin por tal coche.



Tú- Y, ¿A dónde iremos?- Kevin- Será sorpresa- Te miro antes de encender el coche y sus ojos estaban llenos de emoción.
Primero Kevin te llevo al cine. Te ponía un poco nerviosa el hecho de estar en una sala de cine con él, y aun más cuando notaste que no había mucha gente en esa función. Kevin te había comprado unas palomitas.
La película era muy graciosa. Tú te la pasabas riendo, no lo podías evitar. Normalmente solo reías de vez en cuando, pero esta vez reías con todo, con cualquier evento chusco.
Te sentiste aliviada cuando pasada la mitad de la película Kevin no había intentado besarte o sobrepasarse contigo.
Al terminar la película salieron hablando sobre la los personajes y los mejores chistes que habían dicho.
Después del cine Kevin te llevo a comer hamburguesas.
Kevin- ¿Estás bien?- Estaban sentados en una mesa con bancos amarillos. Tú- Si, si. Muy bien- Habías recordado algo, la comida favorita de Paul eran las hamburguesas. Pero desechaste ese pensamiento. Sonreíste, pero extrañamente esta vez sí era una sonrisa verdadera.
Siguieron en ese local por más de una hora. Cuando salieron ya era un poco tarde y el sol estaba por ocultarse.
Tú- Creo que es hora de regresar- Kevin- ¿Bromeas?- Se planto enfrente de ti- Esto apenas comienza- Guiño su ojo. Tu corazón empezó a latir muy rápido. A qué se refería el con eso. No podías quitarle la vista de encima. No sabías que movimiento iba a hacer. Tú estarías preparada para lo que fuera.
Kevin- Aquí es- Te abrió la puerta de un pub muy popular en esa calle. Tú ya habías estado ahí una vez. Habías ido con unas amigas del primer año. Tú- Pero…- Kevin saludo a unos amigos que estaban por salir. Entraron y como de costumbre estaba totalmente repleto de chicos y chicas de diferentes edades. Él avanzaba entre todas las personas con una gran habilidad. En cambio tú avanzabas y chocabas con todos y te miraban con desdén.
Cuando Kevin por fin termino de avanzar tu- ¡Kevin! ¿Cómo me traes aquí?- Kevin se puso muy serio- ¿Qué no te gusta?- Tú- No es eso-cruzando los brazos-, pero mírame- Tenías puesto un pantalón deportivo gris, con unas zapatillas azules, y tenías puesto un suéter azul que tu hermana te había tejido, te lo había regalado en tu cumpleaños diciéndote: ‘Creo que me ha quedado un poco grande’. Y así era, el suéter era tres o cuatro tallas más grande de la que tú usabas.
Kevin- ¿Qué tiene?- Tú muy molesta, ¿cómo no podía notar cómo ibas vestida?- Mírame, estoy horrible- Kevin puso una cara como de un pequeño diciéndole a su madre la travesura que había hecho- A mí me parece que luces espectacular- Tú te paralizaste. Tú- ¿Cómo?- Reíste y quitaste los cabellos que tenías en tu rostro. Kevin- Pues… si- Rasco su cabeza- Para mí tu, luces hermosa- Tú corazón de nuevo empezó a latir muy deprisa y de pronto comenzaste a sentir mucho calor.
Después de esa declaración de Kevin todo fue muy distinto. Cuando te pidió que bailaras con él lo hacía con una voz distinta, un poco más, segura, te parecía.
Pasaron en ese lugar unas tres horas. Habían bailado poco. Pero tú ya estabas cansada.
Kevin- Lo mejor será irnos- Tú- Si, es lo mejor- Salieron de ese lugar. La noche ya había caído sobre esa calle. Empezaron a caminar sobre la acera hasta donde habían estacionado el auto.
En el camino tú y él no decían ninguna palabra.
Cuando llegaron a tu casa él se despidió muy normal. Tú no esperaste a que pasara algo más y saliste del coche. Te despediste una vez mas ya afuera del auto y te diste la vuelta sin voltear ni una vez más.

20.7.11

Capitulo 1.121

Tú- Eh… ¿Hola?- Kevin- ¡Hola!- Por fin lograste ver con claridad. Tú- Hey, ¿cómo estás?- Trataste de sonreír. Y pareció dar resultado, Kevin te devolvió una sonrisa que hizo ver sus blancos y alineados dientes. Él- Muy bien. Solo que no quiero que termine estas, vacaciones- Hizo énfasis en la última palabra moviendo su cuerpo hacia la izquierda. Tú- Si, vaya. Ya van a terminar- Kevin- Si. De nuevo a la escuela- Tú- No puedo creerlo- Miraste al suelo. Recordando todo lo que habías hecho en las vacaciones. Te recargaste en el marco de la puerta.
Kevin- Quita esa cara triste. No es para tanto. Volveremos a ver a nuestros amigos, pasaremos un buen rato- Ibas a decirle que no era por eso lo de tu cara triste, pero no querías contarle tus problemas con Paul. Tú- Tienes razón, no será tan malo- Trataste de sonreír de nuevo. Kevin te miro y cuando sus miradas se cruzaron Kevin se ruborizo. Él miro hacia otro lado y rio nerviosamente. Tú también miraste hacia otro lado y pasaste tu mano por tu cuello.
Pensaste en que era descortés que Kevin estuviera afuera de tu casa todo ese rato. Pero no tenías muchos ánimos de tener compañía ese día. Pero para no parecer mal educada preguntaste- ¿Quieres pasar?- Kevin sonriendo- Pues, si- Te apartaste de la puerta y dejaste pasar a tu inesperado invitado. Cerraste la puerta cuando viste que él había tomado asiento en tu sillón. En el sillón donde habías pasado tantos buenos momentos con Paul…
Kevin- Y, ¿Qué hiciste en vacaciones?- Rasco su nariz- Ni Norma ni yo sabíamos nada de ti- Tú abrazándote- Pues salí a visitar a mis padres. Tenía tiempo que no los veía- Kevin- Espero que los hayas saludado de mi parte- Tú sin prestarle mucha atención- Si, claro que sí- Se quedaron unos minutos en silencio. Te parecía un poco incomodo. Así que se te ocurrió preguntar- Y ¿qué hiciste tú en vacaciones?- Kevin hundió mas su cuerpo en el sillón y empezó- Pues yo salí con unos chicos a la playa…- Veías como Kevin movía su boca mientras tu recodabas como corrías bajo la lluvia con Paul, tratando de no ser devorados por las fans.  O también como habían pasado la noche juntos en la casa del padre de Paul.
Kevin- ¿Me estas prestando atención?- Lo miraste, parecía no estar molesto. Tú- Claro que te estoy poniendo atención- Kevin sonrió y siguió contándote de sus vacaciones. Esta vez sí lo escuchabas.
Te contaba sobre una chica que había conocido en la playa. Cada vez que decía su nombre te miraba fijamente a los ojos. Tal vez esperaba que tú parecieras molesta o celosa. Pero era todo lo contrario, tú sentías que parecías aburrida y distraída con su historia.
Kevin al finalizar su historia- No puedo seguir viéndote en ese estado- Tú- ¿Cómo?- Kevin se levanto- Si. Ven vamos a salir- Te tendió su mano. Tú- Jaja, pero estoy bien- Kevin mirándote tiernamente- No lo estas. Ven hay que distraernos- Tú- Pero…- solo querías buscar una escusa- mírame, estoy desastrosa- Kevin- ¿Cómo? Vamos, tú sabes que luces hermosa- Algo en la voz de ese chico hizo que tus ojos se abrieran de par en par: lo decía con pura sinceridad.
Kevin- Bueno,- miro hacia el techo- velo de otra forma. Es el último día de vacaciones, hay que disfrutarlo al máximo- Tú vacilaste. Llevaste tu dedo meñique a tu boca y empezaste a morderte tu uña.
Kevin- Vamos- Lo miraste y no pudiste decirle que no. Le sonreíste y dijiste- De acuerdo, pero si después de un rato te avergüenzas de que yo estoy tan mal arreglada no será mi culpa- Kevin- Jamás- Tomaste su mano, era un tacto extraño, desconocido. Su mano estaba totalmente fría, y eran manos grandes y velludas.

17.7.11

Capitulo 1.120

Cuando llegaron Paul te ayudo a bajar las maletas.


Cuando ya las iban cargando y ustedes se dirigían en silencio hacia tu casa un escalofrió te recorrió. Fue tan fuerte que casi se te caía una bolsa que llevabas colgada de tu hombro.
Paul- ¿Necesitas ayuda?- Tú un poco distraída- No, no… Gracias- Colocaste en su lugar a la bolsa.
Entraron a tu casa y tú le dijiste a Paul que dejara las maletas al lado de la puerta.
Tú- Si. Ahí está bien- Le sonreíste sin recibir respuesta.
Después de que Paul las dejara, se incorporo, y restregó sus manos a su pantalón.
Paul- Creo que es todo- Tú- Ah, sí. No he olvidado nada- Le sonreíste. Paul- Si- Encogió sus hombros. Y rápidamente metió sus manos a sus bolsillos.
Paul- Pues sí, parece que ya es todo…- Miro hacia la puerta- Creo que ya es hora de irme- Tú- Pero, es muy tarde- Paul no volteaba a verte. Tú- Pero si quieres irte…- Te diste la vuelta, para que él notara que no le tomabas mucha importancia- Puedes irte- Volteaste y sonreíste. Paul ya te miraba, aunque cuando se cruzaron sus miradas el desvió sus ojos rápidamente hacia otra parte.
Paul- Es que estoy cansado- Tú- Puedes descansar aquí…- Te sentaste en el sillón- Si quieres- Paul- Pues…- No lo podías ver, le diste la espalda cuando te sentaste- no lo sé- Aunque no lo veías sabias que se estaba moviendo, escuchabas leves pasos. Tú- Pero si tienes algo que hacer…-Volteaste enseguida de decir eso. No se te había ocurrido. Paul se encogió aun más de hombros. Él- No, no es que tenga algo que hacer… Pero- Tú lo interrumpiste- Pues si no quieres quedarte, vete- Notaste que tu casi gritabas y el tono con el que lo decías era casi agresivo. Paul- Pues sí. Me voy- Te miro- No es que tenga algo que hacer- Se acerco a ti un poco más- Pero es que quiero estar solo- Tu le diste la espalda acomodándote bien en tu sillón. Tú- Pues vete- Y después de unos segundos escuchaste como la puerta se cerraba tras Paul.
No captaste rápidamente ese movimiento. Pero en cuanto lo hiciste, te levantaste de un salto de tu sillón y saliste por la puerta.
Estabas a punto de gritar su nombre. Pero las luces de su automóvil ya estaban dando la vuelta a la esquina.
Sentiste como tú un balde de agua frio te caía empezando por tu cabeza.
Entraste como un sonámbulo a tu casa. Subiste las escaleras. Te lanzaste sobre tu cama. Y sin ni siquiera pensarlo, caíste en un profundo sueño.
A la mañana siguiente despertaste y eran las dos de la tarde. No tenías ganas de  nada, ni siquiera de levantarte de la cama. Miraste a la ventana, estaba abierta, y un sol tímido se asomaba sobre las nubes.
Cerraste los ojos. Las luces del coche de Paul pasaron en tu mente como una película vieja. Los abriste rápidamente.
Giraste sobre la cama. Ahora veías el techo de tu habitación. Te quedaste en esa posición más de media hora.
Después, cuando ya tu espalda te empezaba a doler por estar tanto tiempo acostada no tuviste más remedio que levantarte.
Estabas poniéndote tus zapatillas cuando un estruendo rompió con el total silencio de tu casa.
Alguien estaba tocando la puerta. Parpadeaste muchas veces seguidas. Te quedaste en tu cama. Después de unos segundos te levantaste y bajaste lo más lento posible.
Mientras ibas bajando por las escaleras ibas practicando: ‘Oh, sí he abierto la puerta. Solo que cuando salí usted ya no estaba. Que desgracia. Si, lo sé. Se moría por verme. Si, si, si. ‘Lo decías mientras hacías gestos y movimientos con tus manos. Todo de una forma muy teatral.
Abriste la puerta. Un rayo de luz te dio directo en el rostro. Trataste de que tu mano lograra cubrir por lo menos tus ojos de esa luz molesta.
Pero una ancha sombra hizo un mejor trabajo para cubrirte del sol.
La luz había hecho daño a tus ojos. Así que no pudiste ver bien de quien pertenecía esa sombra.

11.7.11

Capitulo 1.119

Tú- Que lindo lugar- Paul te ayudo a bajar del caballo. Avanzaron juntos, aunque con un metro de distancia entre ustedes.
Cuando llegaron a donde había un tronco tirado, y Paul te ofreció sentarte. Tú muy lentamente te sentaste.
Cuando sentiste que tu ropa empezó a rosar el tronco sentiste como tu conjunto nuevo se empezaba a manchar, con todo ese moho. Intentaste poner una sonrisa en tu rostro.

Tú un poco incomoda- ¿Qué pasa Paul?- Él no se había sentado y estaba de espaldas. Tú pensaste en levantarte. Pero en ese momento Paul se giro y te miro.
Paul- Tengo que irme por tres semanas- Tú- ¿Qué?- Hiciste un gesto de disgusto. Paul- Sí, me iré a América- Tú- ¿Cómo?- Te levantaste y pasaste tus manos por la parte trasera de tu conjunto. Y sentiste como estaba todo manchado de lodo y quien sabe que otras cosas.
Paul- Por eso me estaban buscando los chicos cuando regresamos,- Te miro y te tomo levemente por las manos- ahí fue donde me dijeron sobre esta gira- Tú- Ah…- Paul- Mira,- puso su mano sobre tu rostro y tu sentiste como una corriente eléctrica recorrió toda tu espalda- Será como la última vez, ¿recuerdas?- Tú- Si, si, si, recuerdo- Y una nostalgia total embargo tu cuerpo.
Paul te rodeo con sus brazos. Tú eres incapaz de mirarlo.
Paul- No te preocupes- Tú- ¿Cómo no me preocupo si tu lo tomas tanto enserio?- Te soltaste de sus brazos. Tú- No me hablaste por horas y ahora me dices que no me preocupe- Paul- Sí, pero…- Tú- De acuerdo, está bien- Te alejaste un poco más de él- Confiaré en ti- Por fin lo miraste a los ojos.
Parecía realmente triste. Sentiste una culpa.
Tú- ¿Me prometes que no pasará nada?- Paul con una sonrisa- No pasara nada- Se acerco y te acercaste a él muy rápido y se besaron. Algo muy apasionado.
Tú te trataste de separar de Paul. Lo miraste y rieron juntos.
Tu miraste a Paul unos segundos luego bajaste la mirada riendo. Y notaste que tus zapatos estabas llenos de lodo y pasto seco. Tu sonrisa se borro automáticamente.
Paul te tomo por la cintura y dijo- Ahora me siento mejor- Tú levantando la cabeza- Yo igual-
Regresaron a la casa caminando, era un largo camino. Pero prefirieron demorar más tiempo. El caballo iba al lado de Paul, el lo venia jalando por una cuerda amarrada en su cuello.
Hablaban de cualquier cosa. Acerca de lo que comieron ayer, de tu escuela, del trabajo de Paul del tuyo.
Tú- Paul, debo irme ya- él- ¿cómo?- Tú- Si, ya debo regresar a trabajar y a mi escuela- Paul- Oh, sí. Veo- Tú- Creo que me iré esta noche- Paul- Bueno. Pronto te veré. Quiero verte en tres días- Tú- Claro- Paul- No te importes por nada, yo paso por ti a las 8 de la noche. ¿Está bien?- Tú- Esta perfecto- Le sonreíste.
Unas horas después estabas lista para irte. Paul se había ofrecido a llevarte a tu casa. Así que lo esperabas mientras el lavaba su boca después de una comida de hamburguesas.
Paul- ¡Listo!- Tú- Ok- Te ayudo a subir tus maletas en su coche. Y luego te ayudo a subir al auto.
En el camino ustedes no dijeron ni una palabra. Aunque no existía un ambiente de incomodidad, solo ya no había más de que hablar.


-> Amigas :D Aquí ya hay uno nuevo :) Sigan invitando gente. Aunque yo sea muy grosera y no lo actualice :( 
*Y esperen, esperen, en este fic va a ver de todos los géneros :3 Todavía no acaba y no saben en que terminara. Yo ya sé :D Pero creo que todavía falta, pero ya no tanto :D Pero yo seguiré escribiendo :D Y por favor respondan la encuesta de sobre quién les gustaría que escribiera un fic :D Obvio cambiaría todo mi estilo, porque es otro beatle :D Pero bueno, sigan leyendo queridas :)
*Ya notaron que capítulo lleva acento en la í ;D Y yo nunca se lo pongo xD Okey eso no importa, pero bueno :D!