Hola



27.9.11

Capítulo 1.132

Tú también te acercaste a él pero con mayor rapidez.
Y te recargaste en su hombro esquivando su rostro. Y ahí empezaste a llorar y a llorar.


Kevin al principio no hizo nada, pero después te paso sus manos por tu espalda. Luego se sentó a tu lado y así estuvieron más cómodos.
Estuviste así unos cinco minutos, fueron pocos pues no te sentías muy placentero llorar con Kevin, no era lo mismo. Necesitabas a alguien a quien le tuvieras más confianza.
Tú secando tus lágrimas- Lo siento Kevin- Él- No, tranquila. Para eso están tus buenos amigos, para si alguna vez tienes un problema cuentes con ellos y te apoyen en todo, ¿me entiendes? En todo- Tú- Sí, muchas gracias Kevin- Y de pronto como si no le hubiera importado nada a Kevin, te beso.
Tú estabas confundía. Te acababa de decir que eran amigos, y a tu parecer los amigos no hacen ese tipo de cosas. ¿Por qué Kevin hacia ese tipo de cosas? ¡ERA TU AMIGO! El mismo lo había dicho. Pero lo que más te consternaba era el hecho de que tú no te apartabas para evitar ese beso.
No era que hubieras tomado a Kevin por el cuello y lo hubieras acercado a ti. Al contrario estabas ahí tiesa con la boca de Kevin sobre tus labios. Pero no hacías nada.
Tú empujando con tu mano a Kevin- ¡PARA! ¿Qué te pasa?- Kevin- Lo siento- Te miraba directamente a los ojos. Tú no querías encontrar su mirada. Tú- Kevin, por favor, vete- Kevin- Lo siento…- Tú- Kevin, déjame sola, por favor- Kevin- De acuerdo, pero, discúlpame-  Tú- Pensé que eras mi amigo- Kevin- Sí, lo sé. Es que quiero que me perdones- Ibas avanzando para que él se moviera en dirección a la puerta. Tú- Sal por favor Kevin- Y lo miraste a los ojos y su mirada era tan extraña. Preferiste apartar la vista.
Kevin ya estaba en la puerta y la abriste para que saliera. Tú- Adiós Kevin. Mañana nos vemos- Kevin salió con un movimiento torpe y movió su mano  despidiéndose de ti.
Cerraste la puerta. No lo habías notado pero tu corazón latía muy fuerte.
Y de pronto sonó el teléfono y provoco que te exaltaras aun más.
Tú- S-si, ¿diga?- Se escuchaba mucho ruido y no escuchabas muy bien- Ho-o-o-o-o-la- Tú- ¿Sí? Es que no escucho bien- Paul- ¿Así está mejor?- Y tu corazón dio un vuelco, hasta sentiste un dolor físico.
Tú- ¡PAUL!- Te sorprendía mucho escuchar la voz de Paul, y más en ese preciso momento. Paul- Hola ……………… Te marcaba porque no sé cuando tenga otra oportunidad para marcarte- Tú- Sí, sí. ¿Cómo te ha ido?- Paul- No te escucho. Habla más alto- Tú- ¡¿Cómo te ha ido?!- Paul- Muy bien. Todo aquí es fascinante. Todo el mundo nos ama, ¡Aquí todos están locos!- Tú riendo levemente- Me alegro mucho por ti. Y, ¿ahora dónde estás?- Paul- En una co-o-onferencia- Tú- Paul…- Él- Hey, me tengo que ir- Tú- ¡No, no, no!- Del otro lado se escuchaban muchas voces y escuchabas la risa de Paul. Él- Lo siento no logro oírte. Pero me tengo que ir- Tú- ¡No Paul tengo algo que decirte!- Paul- ¿Tú también debes irte?- Las voces del otro lado aumentaban su volumen mas y mas. Tú- ¡No! ¡Paul, te amo!- Él- N…o te escucho, luego te marc-o-o -- Tú- ¡No Paul!- Y escuchaste cómo Paul te colgaba. Tú- Adiós Paul- Esperaste unos minutos y luego colgaste tú también.
Ahora, lamentabas no tener televisor, en ese momento por lo menos te ayudaría a olvidar o a distraerte un poco, pero no, en cambio seguía ahí tirado, ni siquiera habías recogido los escombros, y no tenías dinero para comprarte otra televisión. ¿De dónde podías sacer dinero? Y la respuesta fue casi instantánea, de un trabajo.
Tú- ¡Trabajo!- No lo podías creer- ¡No, no, no, no, no!- ¿Cómo había sido posible? ¡Habías olvidado que tenías un trabajo! Tú- Soy una estúpida- Tu vida era un lío. Paul se había ido de tu lado y su relación no estaba muy bien y podía pasar lo que fuera. Tu supuesto mejor amigo te había besado, y no estabas segura de lo que había pasado exactamente, ¿por qué no evitaste el beso desde el principio? Estabas segura de que habías perdido tu trabajo por no haberte presentado cuatro días. No sabías de donde ibas a sacar el dinero. No tenías dinero para comprarte un televisor nuevo. Habías faltado también a tu escuela.
Empezaste a llorar. Pasados unos minutos te detuviste y pensaste: Ya me cansé de llorar. Tú- Por favor…………………………. Para-
Ya lo habías pensado, solo necesitaste cinco segundos, mañana iniciarías con tu nueva vida.
Irías a tu escuela muy temprano y después buscarías un nuevo trabajo. Y tal vez te comprarías un televisor con tu primer salario, aunque no fuera muy importante.
Te tranquilizaste y a la mañana siguiente hiciste todo lo planeado, aunque te encontraste con algunos problemas, por ejemplo:
En la escuela viste a Kevin, tú querías evitarlo, pero él fue hacia ti y te sonrió y saludo como si nada de lo del día anterior hubiera pasado. A ti no te importo en lo absoluto aparentar que no había pasado nada.
Después cuando intentabas buscar trabajo ibas a algunas oficinas, pero parecían que ninguna tenía una plaza libre para ti. Dejabas tu solicitud pero nadie te daba buenas esperanzas de conseguir un trabajo, cuando ya era un poco tarde y sin encontrar un trabajo empezaste a buscar en otras partes.
Fuiste a una heladería, a una tienda de ropa, en un centro comercial fuiste a un local de comida, y al final fuiste a una tienda muy reconocida, sabías que no ibas a conseguir el trabajo, pero más que ir a dejar tu solicitud querías ir a ver la linda ropa que vendían en ese lugar.
Al final del día terminaste agotada. Fuiste a tu casa tomaste un largo baño y dormiste.
-> Perdonen por la tardanza :) Espero les guste.

8.9.11

Capítulo 1.131


Andy- Ven, vamos a tomar una copa- Tú- Eh, ¿Qué hora es?- Aparentaste que mirabas tu reloj de tu muñeca, que en realidad ni siquiera llevabas puesto un reloj- ¡No puede ser!- Andy alarmada- ¿Qué ha pasado?- Tú- Ya son las ocho de la noche- Andy- No lo sé- Y desapareció de ese cuarto y quedaste sola. Tú- Es que- dudaste- es que tenía un compromiso a esta hora- Andy gritando- ¿Pero no te puedes quedar un rato más?- Tú- No, no creo- Y de nuevo apareció Andy con una copa en su mano. Ella - ¿Enserio? – Tú – Sí- Chocaste contra la pared, no habías notado que habías ido retrocediendo y ya estabas contra la puerta. Andy –Por favor quédate-Tú – No, no ya me debo de ir –Andy se iba acercando a pasos cortos, así que te dio perfecto tiempo para escabullirte y girar el picaporte de la puerta y desde ahí sonreíste a la confundida Andy- Debo irme, ¡adiós!- Y cerraste la puerta. De nuevo empezaste a correr hasta tu casa.
Pensabas en todo lo que habías pasado con Andy, desde que la conocías parecía ser tan romántica, tan discreta y tan seria. Y ahora estaba borracha. Qué extraña era la vida.
Había un chico enfrente de ti mientras corrías a toda velocidad, te moviste a la derecha para esquivarlo.
Parecía haber funcionado, pero después escuchaste el sonido de unas monedas cayendo y viste como el chico se agacho por las monedas. Pero al parecer el chico tenía un trasero demasiado ancho y ocupo los dos espacios de la acera. Tú estabas demasiado cerca e ibas a una gran velocidad  para poder frenar ese pasó rápido que llevabas. Así que caíste encima de él y cayo.
Ya en el piso. Tú-¡Hey, fíjate! - El chico- Hey …………………. No te enojes- Ese chico resulto ser Kevin. Tú- Oh, Kevin- Te habías lastimado una rodilla, pero lo que más te dolía era que habías ensuciado tu conjunto rosa. Kevin- Déjame ayudarte- Se levanto rápidamente y te tendió la mano para ayudarte. Tú- Gracias- Kevin- Oh, ¿estás bien?- Tú- Sí- Kevin- ¿No quieres que te lleve cargando?- Tú- ¡No!  Ya estamos enfrente de mi casa- Kevin- De acuerdo- En el camino Kevin te venía observando y hacia torpes movimientos para ayudarte.
Tú- Ya entramos- Fueron a sentarse en un sillón.
Tú- No quiero sonar grosera, pero, ¿qué haces aquí Kevin?- él un poco incomodo- Es que, no has ido dos días seguidos a la escuela y me preocupe un poco- Tú sonriente- Ah, ahora entiendo- Kevin- ¿Vas a dejar así esa herida?- Tú- Pues no es nada- Kevin- Nada de eso. Te tienes que hacer algo, por lo menos limpiarla- Tenía razón, ya te había empezado a sangrar y no le venía mal que limpiaras un poco tu rodilla.
Tú- Esta bien. Iré por mi botiquín- Te estabas levantando cuando Kevin- ¡No, no, no! Espera ahí, yo te traeré todo- Tú riendo- Tranquilo, hombre. Yo puedo- Kevin- Sí, pero yo quiero ayudarte- Había posado su mano sobre tu hombro y te invitaba delicadamente a sentarte. Tú sin apartar tus ojos sobre la mirada de Kevin le indicaste donde quedaba tu botiquín.
Kevin- Aquí esta- Saco algodón, alcohol, y una curita. Kevin- ¡Hey!- Abriendo los ojos- ¿Qué le ha pasado a tu televisor? – Tú observando el lugar vacío de la tele, desde donde estabas era imposible ver como estaba la tele tirada, pero desde donde estaba Kevin estaba perfecto. Tú- Pues… fue un accidente- Kevin- Pero…- Lo interrumpiste- No importa. Déjalo ya- Hizo una mueca.
Kevin empezó a limpiar tu herida arrodillado- ¿Por qué no has ido a la escuela?- Tú- Es que…- recordabas a Paul- es que… me sentía mal- Kevin mirándote unos segundos- ¿Y ya te sientes mejor?- Tú- Pues…- Recordabas como Paul se había alejado de tú casa y lo último que habías visto habían sido las luces rojas de su coche- No creo- Lo dijiste con la voz entrecortada- Pero yo pienso que…- Se había ido, y sabías que ya nada sería igual- yo pienso que mañana ya estaré en la escuela- Kevin- Muy bien ¡Listo! Ya quedo- Te miro- ……………………., ¿Qué te ha pasado? ¿Te he lastimado?- Tú- No, no ha sido nada- Pásate tu mano por tu mejilla inconscientemente y sentiste una lagrima. Kevin- Perdóname, yo solo quería hacerte sentir mejor- Tú- No, no…- No lograbas contener tu llanto- Kevin alterado- ¿Qué quieres que haga? ¿Quieres que me vaya?- Estabas por responderle cuando. Él- ¿Por qué te pones así? ¿Es mi culpa?- Esperaste unos minutos para encontrar la mirada de Kevin. El te miro unos segundos, era una mirada comprometedora, no sabías que quería decir con eso, pero de pronto se empezó a acercar a ti más y más cerca. Tú no sabías que hacer, y ya no podías aguantar.

1.9.11

Capitulo 1.130


Tú- ¿Qué? ¿Solo eso?- Cambiaste frenéticamente los canales y ninguno decía nada de los Beatles. Fuiste a sentarte al sillón más próximo al televisor.
En la tele apareció la misma chica boba que habías visto en el hospital. Viste con atención lo que decía y hacía. Hablaba de otras bandas, del cine, y de cualquier tontería, pero no decía nada de los Beatles.


Cuando termino la sección de espectáculos no habían mencionada nada, absolutamente nada de los Beatles.
Tú- ¿Quién quiere ver esos estúpidos programas?- Estabas llena de ira. Tomaste un cojín de la sala y se lo lanzaste al televisor.
Tú nunca habías tenido suerte para eso de la puntería. Pero parecía que habías practicado, pues el cojín le dio justo a la pantalla, y la tele había caído junto con el cojín.
Tú te quedaste viendo como todo eso pasaba. Y cuando viste que la tele estaba dañada sobre el piso y sacaba chispas y humo, pero tú no hiciste nada. La dejaste ahí botada.
Ahora tenías mucho sueño. Te acomodaste sobre tú sillón y dormiste. Despertaste unas horas después.
Abriste los ojos y viste la televisión tirada. Odiaste ese aparato electrodoméstico. Querías ver que había pasado con los Beatles. Te urgía ver que había pasado con ellos.
Podías ir a ver la tele con una de tus vecinas. Tenía mucho que no les hablabas, pero podías hablarles de nuevo, ¿Por qué no?
Fuiste a tu habitación y te pusiste algo lindo, un conjunto rosa. Amarraste tu cabello y listo. Bajaste rápidamente las escaleras. Saliste de tu casa y corriste hasta llegar a la casa de Andy.
Tocaste la puerta dos veces. No salía nadie a ver de quien se trataba. Tocaste de nuevo, pero esta vez fueron tres veces. ¿Qué no había nadie adentro? Pensaste. Estabas a punto de tocar de nuevo y con muchas más fuerzas, y de pronto salió Andy.
Andy- ¡Amiga!- Tú- ¡Hola amiga! ¿Cómo has estado?- Andy- Muy bien, muy bien- Entraste a su casa. Ahora veías bien a Andy. Estaba vestida, bueno, más bien estaba casi desvestida, estaba en ropa interior y puesta llevaba una bata  blanca, muy ligera y abierta. Y se notaban todas sus curvas
Tú- ¿Cómo has estado?- Y Andy muy contenta y casi saltando respondió- Muy bien amiga, y ¿Tú?- Se acerco a ti y te abrazo muy efusivamente. Tú- Yo he estado bien- Ella te respondió muy cerca de tu rostro- Que bueno amiga. Me alegro, ¡mucho!- De este modo pudiste notar que Andy, la pequeña y dulce Andy estaba bajo la influencia del alcohol.