Paul entro al coche sin ni siquiera voltearte a verte.
Encendió el auto y mirando solamente hacia enfrente, avanzo.
Tú lo miras de reojo. Y ninguna de esas veces Paul mostraba interés hacia ti, solo miraba la solitaria carretera.
Preferiste ya no darle importancia. Así que, deprimida te quedaste mirando a través de la ventanilla.
Paso el tiempo. El cielo ya estaba más obscuro.
Por fin Paul hablo, aunque fue algo muy seco y apagado- Creo que deberías dormir en un motel- Y señalo hacia enfrente. Tú miraste sin mucha curiosidad.
Había un gran letrero que decía con luces purpuras: MOTEL.
Tu respondiste bajo y lento- Creo que sería lo mejor- Cruzaste los brazos. Ahora ya no hacía calor, la temperatura había descendido y el frio hacia que tus brazos descubiertos estuvieran congelados.
Paul condujo unos cinco minutos más hasta llegar al estacionamiento del lugar.
Apago el coche; saco las llaves lentamente, luego coloco sus manos sobre el volante.
Espero unos minutos. Abría una y otra vez su boca como si quisiera decir algo. Tú lo mirabas implorándole con tus ojos que te hablara, o tal solo que te viera. Pero nada sucedió.
Salió del auto y cerro su puerta tras de él.
Viste como avanzo hasta la entrada del lugar. Y tú, sin más remedio, saliste del auto sin su ayuda.
Cuando llegaste hasta donde él estaba, ya tenía en sus manos las llaves de la habitación y ahora estaba firmando un papel del motel.
Según eso era un tal: Robert Platt.
Nunca habías escuchado ese apellido. Te dio igual.
Paul volteo a verte. Hubieras preferido que no lo hiciera, su mirada era simplemente vacía.
Hizo un ademan con su cabeza para que lo siguieras.
Tú arrastrando los pies lo acompañaste.
Estaban juntos, pero no parecía. Lucían como extraños, cada quien en un lado del pasillo y en silencio sin ni siquiera mirarse. Pero así fue como se dirigieron a su habitación.
Subieron un piso, y ya en el segundo Paul abrió la habitación con el número 41 pegado en la puerta.
Paul- Pasa- Tu entraste a la habitación, estaba todo obscuro, no podías ver casi nada. Él- Iré a dar un paseo- Tú- ¿Te puedo acompañar?- Te acercaste a él. Tomaste sus manos. Paul- Prefiero…- soltó tus manos- prefiero ir solo- Tu te acercaste despacio hacia él.
Pero el, se alejo lentamente y dijo- Vuelvo…- Te dio la espalda y se fue.
Tú sentiste horrible. Te había dejado. Sentiste como algo dentro de ti se había roto. Era terrible.
Cerraste la puerta. Intentaste buscar la cama entre la obscuridad. Chocaste con algo y lo tocaste, parecía el colcho, habías dado con la cama.
Te lanzaste encima de ella, y comenzaste a llorar, a llorar y llorar.
Sentías como las lágrimas salían de tus ojos, y hacían un recorrido por tus mejillas y caían en las sabanas de la cama.
Pasaron unas dos horas así. Ya no salían lagrimas, solo estabas tendida en el colchón. Cuando recordaste que Paul ya había estado mucho tiempo fuera. Te incorporaste rápidamente.
Encendiste una lámpara que estaba junto de la cama.
Ese lugar era un poco feo y barato. Sus muebles, sus instalaciones, su decoración. Pero dejaste eso en segundo plano. Fuiste corriendo hacia la ventana y la abriste, daba hacia detrás del motel. Solo había una péquela cafetería.
Creíste que ahí se había encaminado Paul, era el único lugar. Cerraste la ventana muy dramáticamente y saliste corriendo de la habitación.
Bajaste muy rápido, pasabas por los pasillos, a veces te encontrabas a personas que miraban tu recorrido. A ti no te importaba, querías llegar con Paul.
Empujaste la puerta de la entrada y sentiste como el frio de la noche te abofeteaba.
Corriste hacia atrás del motel, y diste con la cafetería. La miraste extrañada.
Seguiste tu camino despacio.
Entraste a ese local.
No veías en ninguna parte a Paul. De pronto, viste hasta la esquina, a un hombre recargado sobre una mesa. Parecía ser Paul.
Te acercaste nerviosamente hacia él. Estabas a punto de tocar su hombro y llamarlo.
Pero justo antes, alguien te tomo de la cintura. Tú de un brinco volteaste.
¡Era Paul! Tú- Paul…- él- ¿Qué haces aquí?- Tú- Es que… es que habías tardado mucho- Paul te miro, y luego se dio cuenta de que te estaba tomando por tu cintura, entonces te soltó rápidamente.
Paul- Ven, hay que sentarnos- Había una mesa justo junto a ustedes y vacia.
Te sentaste y Paul enfrente.
Él- ¿quieres algo?- Tú- Eh… No, nada- Paul-¿Un café?- Tú- Bueno, creo que estaría bien-
Paul levanto su mano y poco después una señora vino y les pregunto qué querían. Paul- Dos cafés, por favor- La señora dio una media vuelta y se alejo.
Ustedes se quedaron en silencio hasta que la señora volvió con los cafés.
Tu tomaste de tu taza mientras Paul decía- Que lugar tan feo- Tú- A mi me parece que está bien…- Paul- No, no… Lamento haberte traído aquí- Tú- Lamento…- tomaste de tu café muy rápido, y te quemaste tu lengua- lamento haberme portado tan grosera contigo- Paul te miro tiernamente. Habías extrañado tanto esa mirada en tan poco tiempo. Él- Perdóname por no haberte hecho caso- Busco tu mano y la tomo- Es que quería llegar lo más antes posible- Tú- No importa Paul- Él te miro, y fijo sus ojos en los tuyos- Te amo- Tú te sonrojaste, no sabias porque, pero replicaste con un lindo y suave- Te amo Paul- Rieron juntos. Luego se la pasaron mirándose, y riendo nerviosamente.
Se habían olvidado completamente de sus cafés.
Paul- Vámonos- Sonrió, se levanto. Tú lo acompañaste.
Pago lo de los cafés y salieron.
En camino al motel ibas muy juntos tomados de la mano.
Ya en la esquina del motel Paul te pego a la pared. Y te dijo muy cerca de tu boca- No quiero volver a pelearme contigo- Paul te miraba muy fijamente a tus ojos. Aunque tú no podías lanzar pequeñas miradas a sus labios, además el contacto visual con el era muy difícil, su mirada era tan fuerte. No podías explicarlo.
Paul- Quiero que olvidemos todo- Toco con su mano tu cintura- Solo quiero pensar en lo bien que nos la pasaremos- Te acerco a él.
Tú- Paul…- Estaba más cerca, mucho más cerca. Él- ¿SI?- Tú- Hay… hay que entrar, entrar. Si- Paul espero unos segundos y luego dijo- Claro- Te tomo de la mano y avanzo rápidamente hacia el motel.
Iban avanzando muy rápido.
Cuando llegaron a su habitación Paul abrió la puerta.
Tú entraste seguida de Paul.
Él te miro. Se acerco a ti. Te miro. Te empezó a besar.
Te tomaba de la cintura haciendo que te pegaras a él. Tú lo tomabas por su cabeza, revolviéndole todo el cabello.
El subió sus manos de tu cintura hasta tu espalda, luego las paso para enfrente. Toco torpemente tus pechos y busco los botones de tu playera. Cuando los encontró, se separo de ti y te lanzo una mirada llena de fuego. Bajo su mirada hacia tus pechos. Había empezado a desabotonar tu playera. Y tu pecho estaba casi desnudo, por no ser de tu sostén.
Paul de nuevo te beso tu boca, luego bajo hasta tu cuello, donde hizo que te retorcieras del placer. Luego, más lento bajo hasta tu pecho. Te besaba por todas partes.
Luego bajo hasta tu ombligo.
Tú-Paul…- Después de decir su nombre el te lanzo hacia la cama. Desde ahí lograste verlo.
SE veía tan excitante. El se lanzo hacia ti. Empezó a besar tu cuello. Tú mientras, le sacabas su camisa. Viste su abdomen desnudo, lo empezaste a llenar de besos. Y repetiste lo mismo que él había hecho contigo. Aunque cuando estabas en su ombligo bajaste mas y desabotonaste su pantalón. El te ayudo a bajarlo con más rapidez. Tú te colocaste encima de él.
Paraste unos segundos y contemplaste a Paul tendido en la cama, el también te miraba y dijo- Eres tan sexy-Tu no respondiste con nada, pero te acercaste a su boca.
Empezaron a besarse de mil formas y posiciones. Hasta que terminaron los dos juntos acostados en la cama dándose tiernos besos y diciéndose- Te amo- una y cien veces.
Pronto habían quedado dormidos. A la mañana siguiente Paul, ya vestido, te dijo que iria por el desayuno. Tú preferiste quedarte bañándote.
Cuando Paul había llegado tú ya estabas bañada.
Desayunaron muy lentamente, con muchas risas y elogios.
Al poco rato de haber terminado con su comida Paul se metió a bañar, después de eso se irían de ahí para seguir su viaje.
Prendiste la televisión.
Encontraste un programa muy entretenido. Estaba a punto de terminar, y cuando acabo empezó otro de espectáculos. Y como era costumbre, los Beatles eran el ojo del huracán.
La presentadora decía que los cuatro se habían tomado un descanso.
John se había ido de vacaciones con su esposa. George se había ido con Pattie a alguna exótica playa. Ringo había decidido comprarse una enorme casa, y había preferido quedarse a descansar ahí. Pero según el programa, el único beatle que no se le había oído hablar era de Paul McCartney
♥♥♥ AME EL CAP.!!!!!!! x3 wdsadsa siiisisisi me gusta asi de largos! no quería quedar metida si esto tubiera puntos te daría 1.000.000.000 :D ♥ siguela oh *-*
ResponderEliminaresta muyy buena tu nove lo unico qe le falta es drama, porqe ahora esta muy buena pero luego aburrira tienes qe hacer algo dramatico, porqe sino la vida es muy feliz, a lo que me refiero esque tendria que pasar algo malo asi la novela atrapa mas a la gente y cada vez se van metiendo mas en la novela, y quieren saver lo que pasara .
ResponderEliminarAwwww!! Me encanta, me encanta tu fic, y este capitulo estuvo tan bonito...jeje, ummm a donde iremos??
ResponderEliminarjajaja
ESTA LINDISIMO TU FIC!! Y a mi si me gusta que seamos felices XD jeje
esta genial!!! me encanta :3 estaria genial mas drama pero no me molesta ser feliz jajaja :D
ResponderEliminarme encanto...!! esta muy genial lo que dice... (: la vdd q un poco d drama no estaria tan mal.. pero asi tambien es genial :3 m encanta... <3
ResponderEliminarPersonalmente, a mi me gustan las novelas asi, sin nada o casi nada de drama, cuanto mas besos y vida feliz tenga con mi Paulie♥, mejor :D
ResponderEliminarExcelente novela, la mejor de las pocas que lei :)
Me encanta♥