Paul tenía que dejarte.
Él- Lo siento, cariño- Antes de poder decir algo, Paul de
nuevo había tomado la palabra- Te prometo que llegaré en la noche, y será
magnifico- Tú con una mano en el cuello- Claro, no hay problema- Y no lo había.
Paul- Te extrañaré demasiado- Había
cambiado de actitud, ahora era muy tierno y todo lo que decía lo hacía con un
tono suave y con una mirada coqueta. Tú sonriendo- Yo igual te extrañaré.
Espero que no tardes- Paul tomando un abrigo- No, no tardaré, solo hay un par
de cosas de las que debemos hablar- Un silencio pequeño pero totalmente hueco.
Él- Bueno, me iré- Tú rascándote tu frente- Sí, sí, adiós- Él se plantó
enfrente de ti, y te dio un dulce beso. No pudiste contener tu risita nerviosa
ante tal beso tan lindo.
Acompañaste a Paul hasta la puerta de la entrada y lo viste
irse con su rostro totalmente cubierto por unas gafas y una bufanda verde.
Desde su automóvil se despidió de ti con un movimiento de
manos y un beso, tu desconcertada, contestaste con los mismos ademanes.
Después, Paul se alejo junto con el sonido del motor de su coche. Cerraste tu
puerta con un movimiento brusco y respiraste profundamente.
No sabías muy bien qué hacer, pero algo dentro de ti te mandaba, y aquella
cosa provocó que subieras a tu habitación, tomaras un largo baño, después
buscaras un conjunto que cumplía con los requisitos que buscabas: discreto pero
sin mucho que dejar a la imaginación.
Fuiste a parar enfrente de un espejo, y comenzaste a
maquillar tu rostro, ese día estabas inspirada: tu maquillaje había resultado
bien. Utilizaste un color rojo en tus labios, y un negro en tus ojos. Peinaste
tu cabello como de costumbre.
Y para finalizar tomaste unos zapatos altos, y bajaste con
dificultades las escaleras por tu poca habilidad al usar zapatillas.
Ya había obscurecido y se te ocurrió una idea brillante:
prender algunas velas.
Terminada esta idea, tu casa parecía a esas habitaciones de
película para adultos. El impulso para apagar las 34 velas que habías prendido
cesó por ese algo que sentías dentro de ti.
De repente un sonido detrás de tu puerta rompió con el
trance del movimiento del fuego de las velas - ¿Estás ahí?- Sabías que esa voz
no era de Paul, pero ibas a descubrir de quién era.
Tú abriendo la puerta- Hola- Y era Kevin, con un peinado
hacia atrás, y con una chamarra café, y unos pantalones deslavados. Él- Hola,
wow…- Te miraba de arriba para abajo- Discúlpame- frotó sus ojos- es que no
esperaba que…- Tú tímidamente- Hola…- Kevin riendo - Hola, te he traído esto-
Se movió hacia donde estaba puesta la banca fuera de tu casa. Estaba obscuro,
así que no lograbas ver bien de qué se trataba. Pero cuando estaba más cerca de
la puerta que la alumbraba un foco dentro de tu casa, lo viste: Eran más de 20
rosas, calculabas que eran 35.
Kevin las manejaba muy bien con sus largos y fuertes brazos,
pero para ti, con tus débiles y pequeños miembros esto era una labor difícil.
Tú- Muchas gracias, Kevin… Son, son hermosas- Kevin- No es nada,
pero… - Intentabas sacar tu cabeza
detrás de todas esas rosas enormes. Kevin intentaba ayudarte a cargar las
flores, tú con mucho entusiasmo se las entregabas, el tomo el ramo de flores
mientras tu se las dabas, y por un breve momento sus manos rosaron, y una
mirada entre ustedes dos que duro segundos, pero hizo que tu corazón latiera
muy deprisa.

QUE NO LLEGUE PAUL, QUE NO LLEGUE PAUL PLIS!!! QUE NO LLEGU PAUL!!!hay me das una intriga enorme!!!
ResponderEliminar¡OH-POR-DIOS! ¿Enserio? ¿Enserio nos piensas dejar con esa intriga por tantos días? ¡NO! D': porfa ya no tardes en subir D:
ResponderEliminarjajaja que capítulo de veras! estuvo prendido! Pobre de Paul si llega que ojalá que no D: ashjas se armará buena! ¡No pares e_e'! ¡Por fa escribe yaaa! hjsagsa
NOOOOOOO!!! PAUL PORFAVOR NO LLEGUES!!!! HAAAAAAAAAAAY SUBE PRONTO *-* MALDITO KEVIN!! >_< HAAAY SUBE PRONTOOOOOOOOOO!!!! ME DEJASTE SUPER INTRIGADA *-*
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