Hola



27.7.14

Capítulo 1.158

Despertaste, Paul estaba a tu lado mirándote – Hola, ¿qué tal has dormido? – Tú frotando tus ojos con una ligera molestia por los golpes que habías recibido en tu rostro por el choque – Parece que hubiera dormido años… ¿Tú cómo estás? – Paul te clavaba esos ojos claros – Yo estoy feliz de estar contigo, yo te estoy amando – Estiraste tu mano hacia él, querías sentir el calor de su piel, notaste que estabas temblando – Eres la mujer más importante en mi vida – Paul acercó su rostro hasta tu mano – Eres mi vida, y te he descuidado, eres lo más preciado para mí y te he defraudado tantas veces que me odio a mí mismo. Temo tanto que me dejes que a veces me altero por cualquier cosa, pero hay algo que sí sé y es que te necesito, lo demás no me importa. – Ese hombre que mirabas, el que amabas, te dejaba sin respiración, sin palabras, solo podías entender las he él había dicho y resonaban una y otra vez dentro de ti – Paul… - Acercándose más a ti pero sin soltar tu mano junto a su rostro – No es necesario que digas algo, lo siento, lo sé, nos amamos y no importa que el mundo se esté pudriendo alrededor de nosotros yo te amaré en cualquier momento… Ahora creo que es momento de que lo sepas y me entiendas: quiero estar contigo el resto de mi vida, quiero casarnos, tener 10 hijos si es posible, crear un hogar, sin ti no sé qué sería de mi vida. – Te encontrabas más indefensa que nunca – Pero ahora, creo que es momento para que vuelvas a descansar. – Beso tu frente, te sonrió y beso tus párpados invitándote a no volver a abrirlos. No pudiste dormir como en cinco horas, aunque no te atrevías a abrir los ojos, sabías que ahí estaba Paul, no soportarías otra confesión más y tenías que aparentar estas sumergida en un profundo sueño.
Paul – Cariño, cariño… - Abriste los ojos, eras mala actuando, trataste de lucir sorprendida - ¿Sí? ¿Qué pasa? – Sabías perfectamente que ya no necesitabas estar más en el hospital – Los médicos dicen que ya no es necesario que estés más tiempo aquí. – Tú aparentando desconcierto - ¿Estás seguro, Paul? Eso me haría realmente feliz. – Paul sonriendo – Así es cariño, te podré cuidar yo desde la casa – Tú sonriendo, dando la sonrisa más sincera que podías – Me  alegra tanto. – Se besaron rápido y suavemente.
El proceso para que pudieras salir fue fácil: Evan lo había dejado todo solucionado. Paul buscó un taxi rápidamente, entre menos tiempo pasaran en la calle mejor.
Paul – …………………., te cuidaré como nadie lo ha hecho jamás – Tú – Es lo que necesito. - ¿Qué le habría dicho Evan para que estuviera tan tranquilo - ¿Sabes algo? Me muero de hambre.

Paul – Yo también, recibí una invitación para ir a la casa de Brain Jones, ¿lo conoces? Es un amigo que me invitó a desayunar hace días, pero no he podido ir, podríamos ir… - Giró a verte – Tendría que vivir en una cueva para no conocerlo, además, no creo que esta sea la oportunidad perfecta para mí de aceptar una invitación a desayunar. Podrías ir tu solo – Paul bufó – No quiero ir a ninguna parte sin ti – Tú – Entonces acompáñame a mi casa descansar – Tomaste su mano apoyada en su rodilla - ¿Para qué ir a tu casa si podríamos ir a nuestra casa? – Tú confundida – Sí, claro… pero en mi casa podría estar más cómoda – Paul riendo tristemente – Acepta que odias la idea de vivir conmigo – Tú casi llorando – No digas eso, es sólo que no quiero ser una carga para ti – Paul muy serio y mirándote como nunca lo había hecho – Yo quiero que seas todo para mí, sin importar qué. – Lo había vuelto a hacer: te había dejado sin palabras. No podrías creer que Paul pudiera seguir contigo siendo tú un ogro horripilante. 
Hola, les agradecería si le enseñan el fic a sus amigas. :) Dejen los links de sus propios fics en los comentarios. 

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