Te levantaste rápidamente, lo que no te fue de gran agrado, pues además del dolor de cabeza estabas mareada. No recordabas muy bien lo que había pasado la noche anterior. Estabas confundida. Te viraste y observaste que aun seguías vestida como anoche. También volteaste a ver a Paul acostado en tu sillón y él también tenia la misma ropa del día anterior. Preferiste dejarlo ahí dormido y tu subir a tu cuarto a ponerte algo mas cómodo.
Mientras te cambiabas tratabas de recordar lo que había sucedido la noche pasada, estabas preocupada por saber si ustedes habían hecho ‘algo’, no lo creíste, pues si hubiera sido así lo mas seguro lo recordarías aun habiendo tomado miles de litros de alcohol.
Bajaste en silencio para no despertar a Paul, además a ti también te molestaba el sonido. Fuiste a la cocina a preparar un poco de te. Te fuiste a sentar junto a Paul. Lo mirabas dormir mientras tomabas de tu taza, eso si que era perfecto y significaba tener mucha suerte.
De pronto el teléfono sonó. Paul despertó rápidamente y grito- ¡Auch! ¿Qué paso?- Tu fuiste rápidamente a contestar el teléfono y escuchaste una voz familiar.
Ringo- Hola…………., te quería hacer una pregunta, ¿Paul esta contigo?- Tú- Hola Ringo, pues… si, esta conmigo. Ahora te lo paso- Le entregaste el teléfono a Paul, el parecía estar muy cansado y afectado por lo de anoche. Paul- Hola…- Coloco su mano en su frente y empezó a moverla en círculos. Él- Si, dile que estoy bien… ¿A que hora?... Claro, si, si, por supuesto que llegare… Dile a ese tipo que no se preocupe… si ya sé… pero dile que se cuidarme solo… Si, adiós- Colgó el teléfono y te miro. Él- ¿Qué tal amaneciste?- Tú- No tan mal como tu- Paul- Me alegro, porque yo me siento… terrible- Tú- Yo sé que te hará sentir mejor- Fuiste a la cocina y le serviste un poco de te a Paul. Pero él se adelanto y te siguió y te dijo- No, yo sé que me hará sentir mejor- Te giro hacia él te tomo del mentón y te levanto suavemente. Te beso tiernamente y se alejo lentamente. Paul- Eso me hizo sentir mejor que un te- Tú- A mi también- Paul te tomo de la cintura y te acerco a él y te dijo- Y, ¿Qué tal anoche? ¿Te gusto?- Tú- Pues si, me gusto- Paul- A mi también, hay que salir de nuevo- Tú- Pues si- Paul- Si, quieres el próximo viernes, ¿te parece?-Tú- Claro- Paul- Pero a otro sitio… no sé…- Tú- Podemos quedarnos en mi casa y ver películas y algo divertido- Paul- Si, eso me encantaría- Te tomo con mas fuerza de la cintura y te acerco a el. Paul- Me encantas- Tú te acercaste a él y lo miraste a los ojos mientras te acercabas lentamente a sus labios. El te miraba como en un trance, tú cada vez estabas más y más cerca de sus labios. Cuando por fin llegaste a esos labios tan perfecto, sentiste en tu estomago como se revolvió, te encantaba esa sensación.
Paul- Me encantas- Tú- Tu igual- Se quedaron abrazados por un rato, tu sentías cómo algo te recorría desde la punta de tu pie hasta lo mas alto de tu cabeza.
Mientras estaban abrazados tú suspiraste. Paul- Hey, ¿Por qué suspiras?-Tú- No lo sé- Paul- Bueno- Te tomo de ambos lados de tu rostro y te beso tu nariz. Él- Que linda nariz tienes- Tú te tuviste que levantar de puntitas para alcanzar sus ojos y besarlos, luego dijiste- Que lindos ojos- Paul levanto un poco tu cabello y beso tu oreja. Sentiste cosquillas, pero no quisiste moverte. Él- Que lindos oídos- Tu besaste su cuello, empezaste por un lado, luego seguiste por en medio y luego terminaste y dijiste- Que hermoso cuello- El te miro y reposo su mano sobre tu hombro, hizo a un lado tu hombrera y dejo descubierto tu hombro, el se agacho y lo beso tiernamente, luego subió y recorrió tu cuello, hasta llegar a tus labios. Él- Que lindos labios. Tu eres linda- Tú- Pues tu eres muy guapo- Paul- Vamos, vas a hacer que me ruborice. Continua- Tu reíste en voz baja y seguiste- Eres muy amable, tierno, genial, inteligente, caballeroso, creativo…- Paul- Bueno, para para. Ahora si harás que me ponga rojo- Tú lo miraste. Era como un sueño.