Entraste a la casa con Norma. No podías creer que Paul había venido a tu casa a buscarte. Pero claro, después de tanto tiempo. Querías estar enfadada con Paul. Pero no podías.
Norma- ¡Amiga! ¡Si le importas! ¡Qué emoción! ¡Vino a buscarte- Te lo decía con una sonrisa extremadamente grande y lo que te decía te lo gritaba.
Tú- Ay Norma, no sé. Dime, ¿Por qué tardo tanto tiempo en venir a explicarme todo?- Norma- Ay amiga, no sé, eso sí es raro.
Norma y tu comenzaron a platicar de todo lo que había pasado en la noche. Te conto que un amigo de Allan había querido besarla, pero ella lo aparto y mejor se alejo de él.
Tú le contaste sobre los chicos que te pidieron tu número.
Pero lo que más comentaron esa noche fue de Paul McCartney.
Terminaron de hablar de un par de horas y Norma te dijo que sería mejor que durmieras, pues tendrías que lucir muy bien para que Paul notara lo que había dejado pasar, a ti eso te causo gracia, pero no parecía tal mala idea.
Norma rápidamente quedo dormida. Pero tú no podías pegar el ojo. Pensabas en lo que pasaría mañana. En que ropa te pondrías. En que ropa se pondría el… Comenzaste a pensar en cosas sin sentido. Entonces empezaste a tener sueño y pegaste el ojo.
A los cinco minutos, o eso pensaste tú, Norma te había despertado.
Norma -¡Amiga! Es hora de despertarse. Debes de desayunar, bañarte, arreglarte e ir a donde tú y Paul han quedado de verse.
Tu – Pero, ¿Qué hora es?- Miraste el reloj y eran las 11:50, no, porque te habías despertado tan tarde. Te paraste enseguida no sabías que hacer…
Norma- Amiga, mira, tú báñate mientras yo hago el desayuno. Así que cuando termines bañarte, bajas y desayunamos juntas. Luego yo te ayudo a arreglarte, ¿De acuerdo?- En ese momento apreciabas lo mucho que era a tener a alguien como Norma de amiga.
Tu –Si, gracias amiga- Te apresuraste y te bañaste lo más rápido posible. Bajaste y Norma ya tenía el desayuno preparado. Te sorprendió que lo hiciera tan rápido.
Tu- Y, ¿Qué me pongo hoy para ver a Paul?- Lo decías mientras comías.
Norma – Pues no sé, tal vez te quedaría bien el pantalón azul con tu playera blanca, ¿Si sabes a cuales me refiero?- Tu si sabias de que ropa hablara, no estabas segura si esa ropa quedaría. Pero confiaste en el buen gusto de Norma.
Terminaron de comer muy apresuradas. Miraste el reloj y ya eran las 12:30.
Subieron a tu cuarto te pusiste la ropa que Norma te había propuesto. Ella se ofreció a maquillarte y peinarte. Adorabas a esa chica por lo que hacía por ti.
Estabas lista. Terminaste muy linda. Tu cabello esta suelo con ondas. Tenias además una diadema color blanca.
Miraste el reloj y eran ya 12:46. Solo tenías 14 minutos para llegar donde tú y Paul habían quedado. Te despediste de Norma y saliste de tu casa casi corriendo. Subiste en tu auto y condujiste hasta donde Paul. Habías llegado con un poco de retraso. Eran la 1:12. Fuiste al lugar donde habían acordado.
Era un parque muy grande, por lo tanto había demasiada gente. No sabias por que Paul te había citado ahí. A él no le gustaba que tanta gente estuviera donde él. Comenzaste a caminar por el parque. Había tanta gente.
Paul llego por detrás de ti. Y te dijo – Hey …….. soy yo, Paul.- Volteaste a verlo y tenía unas gafas grandes obscuras. Y estaba vestido con unos jeans y una playera negra. No lucia como las otras veces que lo habías visto. Pero si lo mirabas detenidamente, por supuesto que notabas que era Paul McCartney.
Paul –Ven, vamos a mi auto- Tu lo seguiste.
Llegaron a donde su auto. Era un lugar un poco lejos de donde se encontraba toda la gente.
Te invito a que subieras al auto. Tu subiste luego él. Se quito las gafas. Te miro directamente a los ojos. Se acerco a ti. Te iba a besar pero tú lo apartaste.
Paul –Si, te entiendo si no quieres besarme. Lo que te hice estuvo mal- Tu quedaste callada y volteaste a ver por la ventanilla.
Paul – Primero debo de explicarte lo de Jane. Debía de hablar con ella. Pero creo que escogí el lugar y momento menos adecuado. Pues ese momento era el nuestro- Tú moriste con esas palabras.
Paul – Pero lo bueno es que por fin he arreglado las cosas con esa chica tan rara. ¿Me perdonas por eso?- Tu – Pues no lo sé Paul- Paul – Si lo sabes, solo dime que si- El te miraba suplicante. Querías decirle que si lo perdonabas. No querías contenerte un minuto más, así que volteaste a mirarlo y respondiste –Si Paul, te perdono- Paul - ¡Genial! Pero aun falta algo que debo de explicar. No te fui a buscar por que los chicos y yo teníamos que grabar un disco nuevo. Y, ¿sabes?, estos días yo me la he vivido en el estudio. Apenas el viernes tuve un receso. Bueno, ¿Perdonarías a un tonto por segunda vez?- Por eso Paul no te fue a buscar. Era lógico. Pensaste que tú eras la más tonta, pues habías escuchado que los Beatles iban a grabar un disco nuevo. No sabias si tardarían tanto tiempo en grabar un disco. Pero no creías que solo tardaría un día. Todo estaba aclarado. Pensaste que lo mejor sería perdonar a Paul.
Tú – De acuerdo Paul, te perdono- Paul -¡Wow! ¿Enserio? Qué alegría. Hay que celebrar, ¿no?- Tu- Jajajaja, ay Paul- Paul – Deja y te llevo a mi casa- Iba a encender el auto pero le dijiste. –Yo tengo mi auto estacionada por el parque- Paul- De acuerdo. Entonces no podremos ir juntos. Bueno… te acompaño hasta tu coche y nos acercamos al mío y me sigues, ¿ok?
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