Tú recorrías su cabello, besabas su cuello. Rozabas sus labios con las yemas de tus dedos, te recargabas en su hombro, respirabas lo mas cerca de él para que su aroma abarcara desde tu nariz hasta lo mas profundo de tu estomago.
Él te rodeaba con su brazo por la cintura, pasaba su mano por tu rostro delicadamente, hacia movimientos por tu espalda, rozaba tus brazos, besaba tus mejillas, tu nariz, tus ojos, todo lo que estuviera a su alcance.
Hasta se te olvido el retraso, e incluso no querías bajar cuando ya habían llegado.
Paul- Bueno, te veré mas tarde…- Tu te acercaste a él y respondiste- Claro…- El coloco su mano en tu mejilla y la movió lentamente. Se acerco a ti y te beso.
Paul-Adiós- Tú- Hasta luego…- Saliste con cierta nostalgia por dejar a Paul. No querías aparta la vista del coche de Paul, pero no tuviste remedio. Diste la vuelta y a unos pocos pasos escuchaste como el motor del coche de Paul encendió. No querías voltear para verlo marcharse, así que seguiste con tu camino.
En la escuela fue un poco difícil pues no te podías sacar lo sucedido con Paul.
Cuando ya casi terminaban las clases, pensaste en como ibas a llegar a tu trabajo, cómo Paul te había traído ahora no tenias con que dirigirte a tu labor. Esa idea te agobio aún más.
Estando afuera de tu escuela, pensabas en cómo llegar a tu trabajo, la mejor idea era tomar un taxi, o en el autobús, aunque fuera mas tardado.
Estabas absorta en tus pensamientos y no te percataste que un hombre te seguía. Te tomo por la cintura y dijo- ¿Quieres que te lleve a algún lado?- La voz, te tranquilizo y supiste de quien trataba, Paul.
Volteaste a verlo, y estaba cubierto casi por completo por unas gafas obscuras.
Tú- Hola Paul- él-Hola- Lleno tu boca de besos.
Paul-¿Quieres que te lleve a tu trabajo?- Tú- Si, por favor- Paul- De acuerdo, es todo un placer…- Tomo de tu mano y tu la apretaste con fuerza.
Entraste a su auto y te susurro al oído- ¿A dónde te llevo?- Eso hizo que se te erizara la piel, volteaste hacia él y lo besaste. Lo tomaste fuerte por el cuello y lo acercaste a tus labios.
Recorrías apasionadamente sus labios, como si nunca hubieras probado unos con tal atractivo.
Paul solo esbozo una breve sonrisa y encendió el coche.
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