Hola



3.9.10

Capitulo 1.37

Paul-Eres hermosa- Tú te quedaste callada, siempre que Paul te decía cosas lindas no sabias que decir o que gestos hacer. El siguió- No te quiero perder- Hizo una pequeña pausa y miro hacia otra parte, así se quedo por un par de segundos, luego volvió a mirarte y continuo- Ya sé que pronto será lo de la gira- Tu lo mirabas, parecía que le costaba trabajo pronunciar esas palabras. Él- Y quiero que cuando regrese tu aun sigas ahí- Tu te levantaste y volteaste a verlo y le dijiste- Yo estaré ahí- Paul mirándote a los ojos- ¿Enserio?- Tú Si, pero prométeme que tu también estarás conmigo- Paul- Claro, de eso no hay duda- Tu lo abrazaste muy fuerte, el también te abrazo, parecía como si no se hubieran visto desde hace tiempo, era algo verdaderamente tierno. Pasaron así un largo tiempo. Luego el volteo su rostro lentamente y encontró tus labios. Te beso dulcemente, se alejo y te dijo al oído- Te quiero- Esas palabras hicieron que por dentro vibraras. Ahora lo tenías por seguro, te estabas enamorando de ese chico, y no era que antes no lo estuvieras, pero ahora era algo más real, ahora te dabas cuenta que no solo era su rostro lo que te encantaba, si no, su forma de ser, la forma en que te miraba, lo que sentías cuando esos ojos te recorrían, la forma en que sus labios se cruzaban con los tuyos, lo que sentías cuando estabas junto a él, tantas cosas.



Paul- Ven hay que caminar- Se levanto y te dio su mano para ayudarte a levantarte. Empezaron a andar por ese lugar. Ese lugar era extremadamente tranquilo y relajante. Parecía que eran las únicas personas ahí en kilómetros. Ustedes platicaban sobre muchas cosas. Sobre sus trabajos, amigos, gustos, etc.


Era muy placentero hablar con él. Por alguna manera te sentías en confianza de hacerlo, no tenia mucho que lo conocías, pero algo de adentro te decía que era seguro confiar en él. Le contabas sobre todo al igual que el.


Después de que ya se habían alejado un poco de donde habían comido, el cielo se comenzó a tornar obscuro, además hacia mas frio.


Paul- Creo que deberíamos regresar-Tú- Si, parece que va a llover- Paul te tomo de la mano y dieron la vuelta para regresar.


No habían caminado mucho cuando comenzó a llover. Ustedes dos pararon en seco. Se voltearon a ver, pensaste que se iba a enfadar, no era muy lindo mojarse, o eso creíste. Él estaba serio, pero de pronto una tímida sonrisa salió de su boca. Tu no pudiste contenerte y reíste muy fuerte, el te siguió y comenzaron a reír animadamente.


Paul- Creo que esta lloviendo- Tú- Si, eso parece- Te acercaste a el y lo abrazaste. Por alguna razón no querías avanzar mas, y parecía que el tampoco. Te tomo del mentón y movió tu cabeza lentamente, para que sus labios se encontraran. Te beso y tú continuaste. No les importo que la lluvia los estuviera rodeando por completo.


Las gotas rodaban por tu cara y también por la suya. Pero aun así se seguían besando. Tu movías tus manos sobre su cabello mojado, el hacia que estuvieras mas cerca de él. Era tan encantador. No existía nada más que ustedes dos. De nuevo esa sensación que te hacia vibrar te invadió tan rápido. Seguías besándolo, no querías que eso parara, te encantaba. No sabias si era ese momento, o él lo que hacia que sintieras eso.


De pronto dejaste de pensar en las demás cosas, y te concentraste en disfrutar el momento. Se pasaron así por más tiempo, a ti te pareció tan poco, pero por lo mojados que estaban pensaste que habían estado ahí como diez minutos.


Cuando estuvieron separados, Paul te tomo de la cintura. Él- Bueno, creo que debemos irnos antes de que nos enfermemos- Tú- Si, creo que es una buena idea- Ni siquiera se movían. Se quedaron mirándose. Paul comenzó a reír y tú también. Paul- Ven vamos- Te soltó y te dio su mano. Empezaron a correr hacia donde habían dejado el automóvil. Tardaron un poco en llegar. Cuando estaban arriba tu recordaste- Hey, y ¿que pasara con las cosas que dejamos?- Paul- No te preocupes. Luego vengo por ellas- Tú- Pero se mojaran y se ensuciaran- Paul- No te preocupes- Tú- Bueno, pero si luego ya no sirven…- Paul no te respondió y encendió el coche, y comenzó su regreso a casa.


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