Hola



17.9.10

Capitulo 1.49

Paul- Miren si hacen una fila yo podre hacer algo... Darles… un autógrafo. Si, un autógrafo- Tomos se empezaron a mover, a empujarse para ser los primeros de la fila.
Se formaron más o menos como veinte personas, la mayoría de las que había en ese lugar.
Paul comenzó a firmar los autógrafos. Tú tenías un poco de hambre y además estabas aburrida, así que comenzaste a comer. No tenias ningún inconveniente que Paul firmara autógrafos, creíste que si querías estar con él te debías de acostumbrar.
Observaste a tu alrededor y todos miraban a Paul. Había algunos señores que miraban como sus hijos iban a pedirle un autógrafo a Paul.
Tu comías tranquilamente mientras Paul nervioso autografiaba servilletas, playeras, mejillas, lo que fuera.
Ahora era el turno de una chica que parecía morirse por ver a Paul.
Chica- ¡PAUL NO SABES QUE GUSTO ES PODER VERTE!- Tal vez ella no notaba que todo lo que decía lo gritaba. Paul- Ah, si, gracias. ¿Qué quieres que te firme?- La chica le dio una servilleta, sus manos temblaban. Paul- De acuerdo… De Paul, para…- Chica- Para Sandy- Paul- De acuerdo Sandy, aquí esta- Le devolvió la servilleta a la chica, y ella lo miro. Paul por su parte esperaba que se quitara y seguir con la próxima. Pero en eso “Sandy” se abalanzo sobre Paul.
Tú casi te ahogas con la pasta que estabas comiendo.
Ella quedo totalmente sobre Paul, él hacia graciosos movimientos con sus brazos, aunque en ese momento no fue nada divertido para ti.
Todas las chicas de alrededor empezaron a gritar y jalar a “Sandy”, cuando lograste ver a Paul, el estaba manchado de un labial color rojo que no le convenía para nada a esa tal chica.
El se limpio su cara con desdén.
Tú te levantaste de tu lugar. Estabas furiosa con la tal “Sandy”. Querías golpearla, sacarle los ojos con la misma cuchara con la que estabas comiendo, pero para tu suerte no la lograbas ver. Preferiste salir del lugar. Ibas llagando a la salida cuando alguien tomo de tu brazo, tu volteaste a ver quien era, por supuesto que era Paul. Tú- ¿Qué quieres?- Paul- Vamos, no te enfades- De pronto un gran brazo tomo a Paul por su cuello.
Era un señor muy alto, gordo y con barba.
Señor- Hey, mi buen amigo Paul McCartney- Paul lo miraba con temor, era casi medio metro mas alto que el, y lo doble de su peso.
Señor- Te puedo mostrar otra salida- Paul- No, gracias. Saldré por esta puerta- Se iba a zafar de el pero el señor lo detuvo. Señor-No, no, ¿crees que los reporteros tardaran tan poco en llegar? Te aseguro que ya hay unos tres allá afuera- Paul miro hacia fuera y titubeo.

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