Hola



14.9.10

Capitulo 1.47

De nuevo viste un flash enfrente de ti.

John- Aw, hacen tan linda pareja- Empezó a reír a carcajadas.

Tú lo miraste en silencio, pero en cambio Paul le dijo- Cállate… perro- John -¿Perro?- Lo miro extrañado- ¿Cómo puede hablar así maldito cerdo?- Paul sonrió y tomo de tu mano y te jalo, te dirigió hacia la puerta, antes de nada tu lograste tomar los emparedados que habían hecho.

En la sala ya no estaban Ringo con su novia.

Subieron las escaleras y entraron al cuarto de Paul.

Él- Bueno, espero que con esto se me quite el hambre…- Miro a su emparedado con lastima, o eso te pareció, y mordió un gran pedazo de su pan.

Tú comenzaste a comer, le dabas pequeñas mordidas a tu emparedado.

Él ya iba por el segundo o tercero cuando dijo- Mejor hay que comer otra cosa- Tú- Si quieres…- Paul- ¿No te gustaría comer… no sé… comida italiana? Yo invito no te preocupes- Tú- Pues… creo que si- La verdad era que te morías por ir a un restaurante con Paul, pero te incomodaba la idea de que el pagara todo.

Paul- Vamos, no te preocupes por nada-

Decidiste aceptar porque sabias que a el le encantaba ser tan amable contigo. Además no desaprovecharías una oportunidad de pasar un romántico momento con Paul.

Tomo de tu mano y te ayudo a levantarte, cuando ya estabas parada junto a él te tomo del mentón y te acerco a sus labios. Te beso lentamente, recorrió con sus labios los tuyos, beso cada centímetro de ellos.

Tú te derretiste con eso, no sabias como podías seguir de pie después de que Paul hiciera algo realmente lindo y único contigo.

Salieron de la habitación y para tu suerte ahí estaba John. Iba pasando casualmente por ahí.

John- ¿Tan rápido?- A Paul no parecía molestarle en lo absoluto sus comentarios, incluso parecía que le divertían, a ti te enfurecían demasiado.

Paul- Vamos cállate- John- Oh, lo siento. Discúlpeme señor…- Tenia una sonrisa idéntica a la que Paul había hecho cuando vio que Ringo y Mell estaban solos.

Paul- Bueno, hasta luego…- Te jalo inesperadamente y fue hacia las escaleras. John- ¿A dónde irán?- Paul- A ti no te importa- No paro para responderle y siguió su camino.

Cuando ya estaban afuera de la casa subieron al coche de Paul. El encendí la marcha y condujo hasta un pequeño pero lindo restaurante italiano.

Antes de salir Paul empezó a buscar en los compartimientos del coche, saco unas gafas obscuras y se las puso. Cuando pudiste mirarlo de frente, notaste lo bien que se veía así.

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