Tú tenías mucho frio, estabas completamente mojada. Empezaste a temblar.
Paul- Ven acércate nena- Tu te acercaste a el y te rodeo con su brazo. Él- Así no tendrás frio-
Paul- Vamos a mi casa. Queda mas cerca. ¿Si?- Tú- Claro, no hay problema- Cómo Paul también esta empapado, no te ayudaba en mucho que lo abrazaras, pues en vez de que te ayudara, sentías que tenias mas frio, pero al final de todo eso no era lo que te importaba, si no estar junto a él. No se te fue quitando el frio sino después de mas de diez minutos.
Tardaron un poco en llegar a la casa de Paul. Cuando ya habían llegado, bajaron del auto y entraron.
Parecia que no había nadie.
Paul- en, hay que subir- Tu lo seguiste hasta su habitación.
Cuando llegaron el te llevo hasta su cama y te sentaste ahí.
Paul saco unas toallas de su ropero. Te envolvió con una y la otra la empezó a frotar con su cabello. Tu tenias mucho frio.
Paul- ¿Estas bien?- Tú- Si, solo que tengo frio- Paul te tomo con sus brazos, y te acerco a él. Te apoyaste en su pello y empezaste a escuchar el relajante sonido de su corazón.
Paul- Creo que debo de cambiarme- Esa idea te puso nerviosa. Tú- Ah, si, claro- Paul- Bueno, pero no espíes- Tú- ¿Te cambiaras aquí?- Paul- Si, bueno, si es un problema voy al baño- Tú- No, no, cámbiate aquí. Es tu cuarto y tu casa, ¿no?- Paul- Pues si- Tú- ¿Te cambiaras ahí?- Señalaste el lado izquierdo de la cama. Paul- Si, si quieres- Tú- Claro, no hay problema. Solo me daré la vuelta- Paul- Gracias nena- Te guiño un ojo.
Estabas realmente nerviosa. Un chico se iba a desvestir enfrente de ti, y no era cualquier otro chico, era Paul McCartney.
Te diste la vuelta y esperaste.
Parecía que Paul se tardaba años haciendo eso. Escuchabas los ruidos de la pesada ropa mojada rozar sobre su piel.
No lo podías evitar, querías voltear. Te contuviste lo más que pudiste. Pero no lo lograste. Giraste lentamente y discretamente tu cabeza.
Por suerte Paul estaba volteado, ya tenia puesto su pantalón, lo estaba abrochando. Estaba buscando algo de su guardarropa, pensaste que su playera.
Dejaste de ver lo que hacia y empezaste a mirarlo a el. Recorrías cada parte de su espalda desnuda. De repente él volteo y observo que lo mirabas.
Tú no cabías en ti de la vergüenza que estabas pasando en ese momento. Sentiste como a tu rostro se le subió la temperatura, a pesar de lo mojada que estabas.
Paul-Hey, dijiste que no ibas a espiar- Tu no podías dejar de verlo, lanzabas rápidas miradas a su abdomen- E-s que… P-perdo-n-n – Paul- No te preocupes- Se coloco una playera blanca. Se acerco a ti, y sentó a tu lado.
Paul- No te preocupes. Pero creo que tu también deberías de cambiarte- Tú- No, no, así estoy bien- Paul- Vamos, tu te puedes cambiar en el baño. Aunque yo no te espiaría- Tú- Si, discúlpame por eso. Pero así estoy bien- Paul- No te preocupes. Y, te vas a enfermar, y no quiero verte así. Vamos cámbiate. Aunque sea tu playera- Se levanto y fue a buscar una playera para ti.
Paul- Pues creo que no es de tu tamaño, pero creo que servirá de algo- Te dio una playera de botones color azul. Él- Ven te mostrare donde esta el baño- Salieron de su habitación y te dirigió hacia una puerta, la abrió y ahí estaba el baño. Paul- Entra- Tú- Gracias Paul- Tomaste la playera que te daba.
Entraste y Paul cerró la puerta.
Ahí adentro tú te miraste y tu cabello estaba horrible. Por la humedad se habían formado ondas. Pensaste que tardarías mucho arreglándolo y mejor preferiste dejarlo así.
Te quitaste tu playera mojada, y te pusiste la de Paul. Abrochaste todos los botones lentamente. Te quedaba grande, pero agradecías a Paul por haberte ayudado.
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