Hola



9.9.10

Capitulo 1.43

Pasaron un par de horas, y aunque no quisieras te tenias que ir.

Tú- Mmmmm… ¿Paul?- Paul- Dime…- Tú- Creo que ya es hora de irme- Lo volteaste a ver y el tenia una sonrisa entre los labios, se acerco a ti y te beso.

Fue un beso muy dulce, como todos los besos que Paul te daban eran dulces, pero cada uno era único.

Te tomo de la cintura muy despacio, apenas y sentías sus manos recargadas en ti.

Al terminar tú lo abrazaste muy fuerte. Después se levantaron y bajaron lo mas silencioso posible.

Cuando iban a bajar las escaleras escucharon un sonido a un lado, voltearon y era George encendiendo la luz.

Se veía tan tierno, estaba usando un pijama a rayas, era color azul.

George- Hey ¿Qué hacen aquí?- Paul- Es mi casa y aquí vivo…- George- Bueno ya…- Parecía que se moría de sueño, y no quería pelear. Se fue arrastrando los pies a una habitación y entro.

Paul- Ven, vamos-Bajaron las escaleras y salieron de la casa, ya era un poco tarde y ya no había nadie desierto, y tampoco estaba Mell.

Salieron de la casa y subieron al auto.

Paul- Me encanto esta noche- Te miro con ojos realmente felices Tú- A mi me encantan todos los días que estoy contigo- Paul te sonrió. Siguió callado todo el camino, aunque tenia esa hermosa sonrisa dibujada en su rostro.

Cuando llegaron a tu casa el te llevo hasta tu puerta y te susurro al oído.

Él- Eres la chica mas linda que he conocido, y quiero pasar un largo rato disfrutándolo contigo- Tu te quedaste congelada con esas palabras, casi siempre flotabas en una nube y le sonreías y le decías algo torpe o algo así, pero ahora no sabias porque te habías quedado paralizada, tal vez porque en su voz se escuchaba un tono de completa sinceridad. El no espero respuesta tuya, te beso rápidamente y se alejo.

Tú te quedaste plantada ahí sin hacer nada, o sin pronunciar una palabra.

Viste como Paul se alejaba en su coche.

Te quedaste ahí parada, tratabas de encontrar una buena respuesta para lo que Paul te había dicho, pero no encontrabas ni una buena.

Viste que Paul dio la vuelta y aun te quedaste ahí parada, recordaste las palabras que Paul uso, y hicieron que se te erizara la piel.

Preferiste entrar a tu casa y descansar, mañana seria un largo día, como los otros.

Fuiste a dormir, caíste rendida rápidamente.


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