Capitulo 1.48

Paul- Lo sé… luzco raro- Tú- Claro que no, luces muy guapo- Paul- Oh, gracias- Te miro y te dio un rápido beso. Bajo de su auto y te abrió la puerta.

Te tomo de la mano y fueron hasta la entrada de ese lugar.

Cuando entraron viste que no era un lugar muy extravagante o algo así, de hecho era todo lo contrario. Parecía un lugar muy sencillo, con una decoración muy discreta. No había mucha gente, no más de cuatro familias ahí juntas.

Ustedes se sentaron en una esquina. Paul volteo a ver con nerviosismo a las personas que estaban ahí. Tú volteaste a verlas y parecía que nadie había visto que ustedes habían llegado.

Paul- Creo que nos ira bien- Observaste que una chica se acercaba a ustedes, pero solo era la mujer que pedía las ordenes.

Mujer- ¿Qué desean pedir?- Los miraba con una gran sonrisa. Tú tomaste el menú y pediste solo una pasta, por otro lado Paul pidió una pasta y una pizza grande.

Paul- Es que tengo hambre…- Lo decía tímidamente. Tú solo le sonreíste.

Paul paso su mano sobre la mano y la tendió, tu la tomaste y el la apretó con fuerza.

Paul- Tus manos… son muy lindas- Te miro y siguió- Son delicadas, como tu. Tus dedos son hermosos, cada línea que se forma son hermosos- Te miro y supiste que ese era un momento para contestarle- Cuando yo toco tus manos me dan confianza, me dan fuerza Paul- él te miraba muy concentrado- Son perfectas- Paul te tomo con mas fuerza tu mano. Luego se la llevo a sus labios y las beso.

Se quedaron mirando. Después de poco Paul se quito sus lentes y dijo- Así es mejor…- Se miraron a los ojos por un par de segundos, u horas, o días, o hasta años… Junto a él no tenias noción del tiempo.

Estaban como hipnotizados hasta que llego la misma chica que los atendió. Puso sus platos sobre la mesa y ustedes le dieron las gracias, ella les devolvió una gran sonrisa, pero cuando vio a Paul esa sonrisa se volvió un grito.- ¡¿PAUL MCCARTNEY?¡- Paul sonrio, mas bien parecía que tenia un dolor de muelas. ÉL- Si, soy yo- Se apresuro a ponerse sus gafas. Pero fue demasiado tarde, ya estaban rodeados por chicos y chicas. Aunque no eran muchos hacían un gran revuelto. Se escuchaban murmullos, gritos, personas llorando, algunos reían desenfrenadamente.

Y todo eso solo lo estaba provocando una simple persona, Paul McCartney, él que a nadie de ellos conocía más que a ti, pero todos creían que era genial, perfecto, amigable.

Paul- Hey chicos tranquilos- Esas palabras no funcionaron para él, al contario parecía que había pedido a esos chicos que se acercaran mas a él. Cada vez estaba más cerca de la pared, tu estabas apretujada, parecía que nadie notara que tu estabas acompañándolo.