Hola



7.9.10

Capitulo 1.41

Ese día fue perfecto, nada te molestaba, nada te irritaba, o te estresaba. Y todo por Paul.



Por todo eso, el día se te fue volando.


Cuando llegaste a tu casa no tardo mucho para que el teléfono sonara.


Tú- Hola, ¿quién llama?- Tu sabias perfectamente de quien se trataba. Paul- Soy yo, Paul. Hola, ¿recibiste la carta?- Tú- Claro, y gracias Paul, es hermosa- Paul- Claro que no, solo dice la verdad…- Tú- No finjas modestia. Por supuesto que es linda- Paul- De acuerdo, es linda- Tú- Y, ¿Qué hiciste hoy?- Paul te conto sobre su día, y tu del tuyo. Terminaron de platicar muy tarde.


Esa noche tardaste mucho en quedarte dormida, lo que te ocasiono problemas a la mañana siguiente pues fue difícil despertar.


Ese día fue no tan bueno como el anterior, habías olvidado la carta que Paul te había escrito, así que no podías releerla cada vez que te sentías mal o estresada.


Ese día no recibiste ninguna llamada de Paul. No te preocupo mucho, así que mejor decidiste descansar, pues ese día no había sido muy bueno, además de haberte dormido tarde la noche anterior.


A la mañana siguiente te arreglaste con más esmero, pues hoy te verías con Paul.


Te dirigiste a tu escuela, y todo fue normal, al terminar te dirigiste a tu trabajo y ahí fue donde todo fue mucho esfuerzo. Estabas agotada.


Fuiste a tu casa para ir a dormir, recordaste que te verías con Paul, así que esperaste.


Te sentaste en el sillón y por poco te quedas dormida, pero te despertó el sonido del timbre de tu casa. Te levantaste de un brinco, fuiste a mirarte al espejo, te veías un poco cansada, te arreglaste el cabello y abriste.


Y ahí estaba con una gran sonrisa. Paul- Hola, ¿cómo estás?- Tú- Muy bien- Paul- Bueno, hay que irnos, no quiero desaprovechar esta hermosa noche- Tú- Bueno, solo tomo mi abrigo- Fuiste por el y saliste.


En el camino todo fue callado.


Paul te llevo a una tienda de instrumentos.


Paul entro y tú lo seguiste.


El señor que atendía fue hacia ustedes y con una gran sonrisa le dijo a Paul- Señor McCartney, que gusto tenerlo aquí- Paul- Gracias señor…señor…- Paul miro al señor como queriendo sacarle una respuesta. Señor- Señor Brown- Paul- Ah si, si, señor Brown, vine para ver si todavía tenia esa guitarra- Empezaron a platicar de cosas que tu no entendías, de que si tenían un puente Floyd quien sabe, o si tenia un diapazon de palo de rosa o rojo, tu no entendías, así que preferiste mirar los instrumentos de ahí. Estabas de espaldas cuando de pronto Paul llego detrás de ti y te dijo al odio- Listo- Esto hizo que tu piel se erizara.


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